La ayuda de Baky fue determinante para descubrir más de 5.4 kilos de clorhidrato de cocaína camuflados en botellas que eran parte de paquetes que iban a ser subidos a un avión de carga con destino a Nueva York. El bulto detectado por el perro policía contenía 6 envolturas en forma cilíndrica de plástico con el logotipo de Nestea.

La acción policial fue parte de un operativo de inspección a los paquetes entregados en la carguera Expair, por la agencia de correos paralelos Confiexpress, presuntamente dejados por Christian Stalin B.R., lo cual es investigado por otro grupo de uniformados.

Agentes antinarcóticos comentaron que con esa cantidad de alcaloide los expendedores podrían preparar 540 mil dosis que en el mercado norteamericano se venderían hasta en $ 10 cada una.

Por este motivo, la Policía efectúa controles antidrogas en las bodegas de carga, túnel de maletas y en el área de perfiles de pasajeros, los cuales son permanentes, señaló un agente del CRAC, que participó en el procedimiento.

La ayuda de los perros detectores como Baky es fundamental en este trabajo para que los controles sean rápidos y no demoren la salida de los vuelos programados diariamente.

Después de comprobarse el tipo de droga incautada, Robinson Coronel, fiscal de turno de la Unidad Judicial de delitos flagrantes de Guayas, solicitó a los agentes antinarcóticos de la Policía que elaboren el parte y que el estupefaciente sea ingresado en las bodegas que mantiene la unidad en la Zona 8 de Policía, que incluye a Durán, Samborondón y Guayaquil. (I)