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Búsqueda de restos sigue en estero
En profundidades que oscilan entre los 4, 6, 8, 12 y 15 metros, en el estero Salado de Guayaquil, los hombres rana de la Infantería de Marina, continuaron ayer la búsqueda de los restos de Johnny Elías Gómez Balda, desaparecido el 19 de noviembre de 2003, tras el asalto a la farmacia Fybeca de Guayaquil y que dio origen al caso ‘González y otros’ que dejó 8 personas asesinadas extrajudicialmente. El trabajo dispuesto por la Fiscalía durante 10 días consecutivos arrancó a las 08:00 y terminó a las 16:00, como lo dispusieron las autoridades, considerando aspectos técnicos para la búsqueda en fondos marinos lodosos como es el caso del estuario guayaquileño.
En la zona, según la versión del testigo protegido, Erwin Vivar Palma, fue arrojado Gómez junto a él tras 8 o 10 días de tortura, después de sus detenciones ocurridas durante el atraco en la botica. Vivar salvó su vida y el cadáver de Gómez quedó en el fondo del delta.
Para el doctor Juan Montenegro Clavijo, experto en medicina forense, la posibilidad de hallar restos humanos en un estero es remota porque son aguas en movimiento. Sin embargo, si se encontraran indicios, según Montenegro, estos serían restos de osamentas que por alguna razón ajena se quedaron en el fondo del agua. “Porque lo más natural es que un cuerpo flote por la acción del estado de putrefacción que se presenta en las primeras 24 horas del fallecimiento de una persona. Dolores Guerra, cónyuge del desaparecido Gómez, acudió nuevamente al sitio en compañía de un representante del Comité Permanente por la Defensa de los DD.HH. (I)