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Acusada de fraude por $ 30 millones se declara inocente
La mexicano-estadounidense Glafira Rosales se declaró no culpable en un tribunal de Nueva York de haber vendido obras falsas de artistas como Mark Rothko o Jackson Pollock, con las que ganó más de 30 millones de dólares, dinero que supuestamente escondió en cuentas en España, dijo la Fiscalía.
Rosales, quien obtuvo la nacionalidad estadounidense en 2009 y se dedica al comercio de obras de arte, fue detenida el pasado 21 de mayo y rechazó los cargos de fraude, lavado de dinero y delito fiscal de los que se le acusa frente a la jueza Katherine Polk, del tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York.
La comerciante, radicada en Nueva York, supuestamente vendió más de medio centenar de pinturas falsas que atribuía a algunos de los mayores maestros del expresionismo abstracto del siglo XX, como Mark Rothko, Jackson Pollock, Willem de Kooning o Robert Motherwell.
De ser hallada culpable, Glafira Rosales afrontaría una pena de hasta 59 años de prisiónSegún la acusación, Rosales engañó a dos galerías de Manhattan, una de ellas la más antigua de Nueva York, asegurándoles que la mayor parte de los cuadros pertenecía a uno de sus clientes en Suiza, quien realmente no existía, y el resto a un coleccionista español, quien nunca poseyó esas obras.
La acusada supuestamente vendió a esas dos prominentes galerías decenas de obras falsas durante más de una década, entre 1994 y 2009, con las que recaudó un total de 33,2 millones de dólares.
La mujer presuntamente transfirió una parte significativa de lo recaudado a dos cuentas bancarias del BBVA y otra de Caja Madrid en España, que estaban a su nombre, al de su novio y al del hermano de éste. Rosales escondió esos fondos a Hacienda en EE.UU., por lo que también se le acusa de lavado de dinero y fraude al fisco.
“La acusación pinta un círculo fraudulento completo perpetrado por Glafira Rosales: vendía pinturas falsas en nombre de clientes inexistentes y depositaba el dinero en una cuenta escondida. La única verdad en esta historia es que el supuesto fraude será perseguido”, dijo el fiscal federal, Preet Bharara.
Una de las galerías a las que vendió estas obras era la famosa Knoedler & Company, en el Upper East Side y la más antigua de Nueva York, que se vio obligada a echar el cierre en 2011 tras 165 años de negocio debido al supuesto fraude de Rosales, por el que también ha recibido un aluvión de demandas de las víctimas.