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En el país hay 3.651 aspirantes a esta función
1.758 mujeres postulan para integrar equipo de seguridad penitenciaria de Ecuador
El interés que tenía ‘Sandra’ por ser Agente de Tratamiento Penitenciario (ATP)se vio frustrado por su estatura. A la joven le faltaron 3 centímetros para alcanzar el mínimo exigido. Ella acudió la semana anterior al edificio del Sistema Integrado de Seguridad, donde llegaron cientos de mujeres a cumplir una de las etapas de preselección.
Fue vestida con pantalón de tela y una blusa celeste con mangas. Además de unos zapatos con un taco de 7 centímetros. Al estar junto a los policías trató de estirarse un poco, pero no le fue suficiente. “A mí me gustaría ser parte del equipo de seguridad de los centros de rehabilitación. Estoy segura de que lo haría bien”.
La joven no estuvo conforme con la primera medición y al igual que otras aspirantes pidió una segunda toma; sin embargo, no pasaron. A nivel nacional 3.651 personas han postulado para ser agentes de tratamiento penitenciario. 1.893 de estas son hombres y 1.758, mujeres.
En Guayaquil hay 1.174 interesados, de los cuales 590 son de sexo masculino y 534 femenino. Y así en otras ciudades el número de féminas que quieren trabajar en la cárcel no es muy alejado del de hombres.Por ejemplo, en Cuenca es mayor el interés de las mujeres: 294 frente a 292.
Ángela Campuzano, de 22 años, pasó sin problemas la medición. Está sobre el 1 metro 60 centímetros. Ella contó que no siente temor de ir a trabajar a uncentro de rehabilitación de personas que han tenido un conflicto con la ley, sino que más bien eso le llama la atención. “Quiero ayudar de alguna manera.Nunca he trabajado con personas privadas de la libertad (PPL), pero para eso vamos a estudiar”, expresó la joven, quien agregó que al principio su madre se mostró temerosa, pero luego la apoyó y le dio la confianza para enfrentarse a cualquier prueba. Uno de los exámenes que cree que será más complicado es el físico, pues -según conoce- tendrá que demostrar su velocidad y resistencia.
En cuanto a la corrupción que ha conocido de los guías penitenciarios, espera que con la preparación recibida los ciudadanos vayan eliminando ese prejuicio. “Yo tengo valores, principios y eso tiene más peso que cualquier cantidad de billetes”, enfatizó.
Selena Fonseca tiene 18 años. Ella aprobó el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES) y destacó que no es un simple trabajo, pues pudo elegir cualquier otra carrera. “Esto es lo que me gusta. No tengo miedo, pero sé que debo aprender mucho”, manifestó.
Una de las motivaciones de Fonseca para postular a este llamado es que uno de sus tíos trabaja en la cárcel como parte de la seguridad.“Él me cuenta lo que ocurre, me aconseja y me ha apoyado”, resaltó.
Carolina Chávez también fue empujada por un familiar que trabaja como guía penitenciario. “Es interesante. Es una carrera nueva y nació una curiosidad en mí”, refirió.
700 cupos disponibles
Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, dijo que el cupo para esta convocatoria es de 700 agentes, que después de estudiar la carrera de duración de cerca de 2 años (3.200 horas), se sumarán a los 1.500 uniformados que están dentro de los centros penitenciarios. “Como parte de la carrera ellos deben hacer prácticas de los conocimientos adquiridos en las cárceles.Además, dentro de la escuela hay celdas para simular procedimientos, como requisas, operativos de control”.
“La siguiente fase son las pruebas médicas; posteriormente, pruebas físicas, psicológicas y de confianza (polígrafo). Lastimosamente hemos enfrentado actos de corrupción, lo cual hace mucho daño al sistema y no se puede hablar de una verdadera rehabilitación, porque se hacen cómplices y permiten el ingreso de objetos prohibidos a los centros”, mencionó la funcionaria.
Además detalló que como parte del proceso de autodepuración, 80 guías han sido separados; por ejemplo, por no cumplir los protocolos o desobedecer sus horarios.“No importa cuán seguro sea un centro, mientras haya actos de corrupción”, enfatizó.
En torno a si la cantidad de guías es la apropiada para el control, Zúñiga precisó que “hay 2.000 policías que apoyan con la contingencia penitenciaria, que conforman un total de 3.500 personas en seguridad. Estamos dentro de la media de que por cada 10 privados de la libertad haya un promedio de una persona para su seguridad”.
Añadió que antes no se exigía ningún requisito para ser ATP y que algunos de los trabajadores no tienen ni siquiera el título de bachiller. “El sistema penitenciario pasó décadas de abandono. Hemos realizado capacitaciones, pero eso no era suficiente”.
Hasta ahora todos cumplen la misma función, pero con las nuevas personas capacitadas se distribuirán en diferentes ramas como:inteligencia operativa, grupo para traslado, guías de canes amaestrados, entre otros. (I)