Una de cada tres muertes relacionadas con el tránsito se debe a velocidad excesiva o inadecuada, de acuerdo con un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De los 1,25 millones de personas que fallecen anualmente en el mundo por causas ligadas al tránsito, el 12% sucede en el continente americano. Además, esos siniestros son la primera causa de mortalidad entre jóvenes de 15 a 29 años.

Ante estos datos, la OMS recomendó disminuir la velocidad y controlarla, especialmente en zonas urbanas, como la principal medida para evitar decesos.

Sin embargo, indicó que solo 17 países en el continente americano  implementaron medidas como la de instaurar la velocidad máxima en los centros urbanos a 50 km/h, y que solo 13 consideraron reducirla más cerca de las escuelas o residencias.

Entre las medidas que se pueden tomar figuran la construcción de elementos que contribuyan a reducir la velocidad en las vías o la instalación de dispositivos tecnológicos en los vehículos ligados a la velocidad y los frenos. El aumento de  5% en la velocidad promedio conlleva un incremento aproximado de 20% en el número de siniestros con víctimas mortales.

En relación con el tiempo de respuesta de un conductor, aunque varios estudios demuestran que puede llegar a ser de apenas un segundo, la mayoría de las veces se sitúa entre 1,5 y 4 segundos.

Los traumatismos causados por el tránsito en la región de las Américas se cobran la vida de 154.089 personas al año y representan el 12% de las muertes ocasionadas por accidentes a escala mundial. (I)