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El Telégrafo
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Arévalo cumple los pronósticos y se ubica entre las 10 mejores

Samantha Arévalo posa en la línea de partida de la prueba de aguas abiertas, que se disputó en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro.
Samantha Arévalo posa en la línea de partida de la prueba de aguas abiertas, que se disputó en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro.
Foto: cortesía del COE
15 de agosto de 2016 - 09:26 - Fanático Web

La nadadora ecuatoriana Samantha Arévalo logró el noveno lugar en la prueba de aguas abiertas de los Juegos Olímpicos, con un tiempo de 01:57,27. La atleta de Morona Santiago remontó 8 puestos en la última vuelta y logró meterse en el ‘top ten’ de la prueba.

Las condiciones en el Fuerte de Copacabana, donde se realizó la competencia, fueron ideales: 30° centígrados, mucho sol y el agua a una temperatura ideal para desarrollar lo mejor de su capacidad.

La estrategia de ‘Samy’ fue iniciar de forma tranquila y mantenerse entre las líderes de la competencia. Su táctica funcionó de buena forma, pues siempre estuvo pegada a las punteras y mantuvo la calma para el remate.

“Todas estaban con un ritmo tranquilo, sobre todo en las 2 primeras vueltas del circuito. Sin embargo, es complicado nadar en el mar por el movimiento y la cantidad de nadadoras que competimos”, contó la deportista tras la prueba.

La nadadora, de 21 años, compitió por primera vez en una prueba de aguas abiertas en Juegos Olímpicos, pues en Londres 2012 actuó en piscina, en los 800 metros libres, donde ocupó el lugar 29 en la clasificación general con un registro de 08:49,29. Estableció un nuevo récord nacional con esa marca.

En las aguas de Río de Janeiro se mantuvo cercana a las líderes, pero al menos en más de la mitad de la competencia el margen de tiempo se amplió constantemente.

En los primeros 2,5 kilómetros, Arévalo se ubicó en el puesto 20 a 6,3 segundos de la líder, mientras que luego de los 7,5 kilómetros estaba a 17,8 segundos y en el lugar 21.

Sin embargo, en el remate final surgió su mejor versión. Incluso, en el último tramo, marcó el cuarto mejor tiempo entre las competidoras y de esa forma remontó para poder ubicarse entre las 10 mejores. La descalificación de la francesa Aurelie Muller, que era segunda, la benefició, pues así pudo ascender un lugar en la clasificación final de la prueba.

Sus padres, Leonardo Arévalo y Elsa Salinas, la acompañaron en la prueba y al final de la misma los abrazó por el rendimiento que alcanzó. También estuvo presente el ministro del Deporte, Xavier Enderica, que publicó en su cuenta de Twitter: “Nuestra sirena amazónica cumplió el pronóstico y finalizó novena. Años de trabajo para llegar a los Juegos Olímpicos”.

El presidente de la Federación Ecuatoriana de Natación (FENA), Jorge Delgado, en una entrevista con EL TELÉGRAFO, pronosticó que Arévalo era la exponente que mejores perspectivas tenía dentro de los deportes acuáticos. El exnadador dijo que la deportista podría quedar entre las 10 primeras.

Okimoto, medalla para Brasil

La brasileña Poliana Okimoto, de 33 años, oro en los 10 km en el Mundial de Barcelona 2013, ganó la primera medalla para la natación femenina brasileña y resarció también la terrible experiencia de hace cuatro años en Londres: una hipotermia la hizo desistir.

La vencedora de la competencia fue la holandesa Sharon Van Rouwendaal, con un tiempo de 01:56,32, mientras que el segundo lugar lo ocupó la italiana Rachele Bruni, con un registro de 01:56,49.

Bruni se quedó con el segundo lugar, que lo disputaba con la francesa Miller. “Vi a la francesa que estaba saliendo y al final me hundió y yo tuve que estirarme al máximo para tocar la tabla. Obviamente la toqué después de ella. Es justa la descalificación. Me sabe mal por ella porque hizo una gran carrera, pero al final me ha hundido”, contó Bruni. (I)

El especialista

Santiago Enderica, nadador ecuatoriano y compañero de entrenamiento de Samantha Arévalo

Con la experiencia que ha logrado va  a mejorar mucho

Las expectativas eran grandes. El hecho de haber estado entre las 25 mejores del mundo, que son las que participan en esta prueba, ya fue un gran triunfo. Además, se clasificó tercera en el preolímpico de Setúbal (Portugal), fue una gran hazaña.

Hay que tener en cuenta que Samantha es joven, por lo tanto tiene al menos 2 ciclos olímpicos más y podrían ser hasta 3 si continúa en aguas abiertas. A diferencia de piscina, es una carrera en la que la experiencia marca mucho. Hay nadadoras que con mayor experiencia y siendo lentas, se posicionan adelante, así que nos da la pauta que con la pericia que ha logrado va a mejorar mucho.

Apenas tiene un ciclo olímpico en aguas abiertas,  3 años. Tenemos una joya en nuestras manos.

A nivel de Sudamérica se ubicó segunda, después de Poliana Okimoto, y venció a nadadoras contra las que no había podido antes, como Ana Marcela Cunha de Brasil o la venezolana Paola Pérez.

Su estrategia fue siempre mantenerse en el pelotón de punta. Se había conversado con Juan Fernando Enderica (su entrenador) de cómo debía competir. En años anteriores ella tuvo la posibilidad de conocer el escenario donde se desarrolló la prueba, para que no sea algo nuevo. Eso la ayudó mucho, porque podemos decir que Río fue casi como competir en casa. Brasil es uno de los países donde más participaciones se tiene a lo largo del año y a los ecuatorianos se nos da de gran forma las pruebas ahí.

Fue una competencia trabada, y el oleaje impidió que hayan escapadas desde el primer kilómetro. También fue muy friccionada, existieron muchos golpes y también varias tarjetas amarillas. Samantha mantuvo la tranquilidad y el ritmo. Hay otro dato para destacar, que en la última vuelta hace un tiempo increíble y solo fue superada por las 3 primeras de la prueba.

Es una gran posición y había muchas expectativas. Se pensaba que podía hacer una gran carrera y terminar en el puesto 20, como podría estar dentro de las 10; en aguas abiertas no se dan tanto las sorpresas.

Estaban cerca de 15 nadadoras en un rango de 2 segundos y eso se amplió solo faltando un kilómetro. Samantha quedó a 3 segundos del quinto lugar y estuvo con las líderes hasta el kilómetro 9. Eso quiere decir que la carrera estuvo muy reñida y su preparación fue excelente. Las concentraciones y entrenamientos que desarrolló los aprovechó de gran forma y simplemente hay que esperar. Hay que estar tranquilos sobre su desarrollo, porque es joven aún y podrá mejorar mucho en el nuevo ciclo olímpico hacia Tokio 2020. (O)

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