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Alexandra Escobar todavía no piensa en el retiro definitivo
“Ganas y capacidad no faltan”, menciona Darío Gracia al responder si su esposa, la pesista Alexandra Escobar, seguirá en actividad luego de su participación en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, en los que se ubicó cuarta durante la competencia de la categoría 58 kilos.
Pese a que están en constante comunicación, Darío admite que el retiro es un tema que no han abordado a fondo, aunque hace 5 o 6 días -medio en serio y medio en broma- le comentó que Luis Zambrano, presidente de la Federación Ecuatoriana de Levantamiento de Pesas (FELP), le insinuó que tendría luz verde si decide continuar.
Al respecto, el expesista Julio Arteaga, allegado de Escobar, comenta que su amiga le conversó sobre su intención de estar en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, confirmando las declaraciones de la propia halterista tras su presentación en territorio carioca, cuando afirmó que se entrenará, al menos, hasta el próximo año.
No obstante, Arteaga indica que el retiro es una posibilidad, porque la atleta de Rioverde también le contó su ilusión de ser mamá por segunda vez después de actuar en las Olimpiadas de 2016.
Al mencionar esto, Gracia señala que, si bien quisieran tener un segundo hijo, esa no es la prioridad. “Debemos ir paso a paso. Primero, que ella cumpla sus objetivos como deportista”. Por ahora están centrados en criar a su primer retoño, Dominic (10 años), quien cursa el séptimo año de instrucción básica en el colegio Nuevo Ecuador.
“Todo llegará a su tiempo, lo único que lamento es la cantidad de críticas de periodistas que, al parecer, desean que mi esposa abandone las pesas; algunos la han calificado de vieja”.
Respecto a si el rendimiento de Alexandra bajaría por la edad (actualmente tiene 36 años), Arteaga opina que puede seguir en competencia, pero lo recomendable en su caso es mantener las marcas y no subir más de 2 kilos en cada intento, ya que cargar la barra con varios kilos, como ocurría cuando era joven, podría provocarle una lesión.
El deportólogo Óscar Concha cree que, de acceder a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, el desempeño de Escobar no superaría al actual, considerando que tendría 40 años y enfrentaría a rivales más jóvenes, con potenciales mejores marcas.
“La edad en la cual, normalmente, el desarrollo muscular es mayor en las mujeres, está entre los 15 y los 20 años. Con la edad el músculo ya no puede ganar más; los cambios fisiológicos que se producen en músculos, articulaciones, tendones y ligamentos no le van a permitir superar las marcas conseguidas”, detalla el especialista.
Concha no oculta su admiración por la exponente de Rioverde, a quien califica como una deportista excepcional, cuya vida muy disciplinada, con programas de entrenamiento bien ejecutados, la han convertido en un verdadero ejemplo del alto rendimiento. Pondera -además- su aplicación técnica, pues debe ser perfecta dentro de un deporte donde, para ser un ganador, no basta únicamente con el trabajo de la masa muscular.
María Alexandra Escobar Guerrero, cuyo retorno de la tierra de la bossa nova sería el próximo miércoles, va más allá de ser todo un ejemplo de superación.
El cuento de una chica humilde que en su adolescencia pasó de ser empleada doméstica a campeona nacional, continental y después mundial.
Por su cuello han pasado las medallas de oro bolivarianas, sudamericanas, panamericanas y mundiales, quedándole como asignatura pendiente la olímpica, sin que eso le quite el mérito de ser la mujer ecuatoriana de mayores logros en este tipo de justas. Fue séptima en Atenas 2004, quinta en Beijing 2008, novena en Londres 2012 y cuarta en Río de Janeiro, dejando una vara muy alta para las pesistas del país y de Sudamérica. (I)