La esgrimista venezolana Alejandra Benítez anunció ayer que no saludará al presidente interino de Brasil, Michel Temer, durante el desfile inaugural de los Juegos Olímpicos Río-2016 por considerarlo un “golpista” que busca derrocar a la presidenta Dilma Rousseff, suspendida 180 días de su cargo e investigada por supuestos actos de corrupción durante su mandato.    

Benítez, que participa en sus cuartos Juegos Olímpicos y que fue ministra de Deportes del gabinete de Nicolás Maduro, dio el tono político a la crisis brasileña, marcada por el juicio político contra Rousseff y la traición de Temer, su vicepresidente, que se pasó a la oposición. Esto ocurre justamente cuando se discute si Caracas puede asumir la presidencia del Mercosur.

“Lamento que Dilma no esté porque pensaba que íbamos a ir por el estadio y saludarla como presidenta de la República, pero ahora hay un golpista. No voy a saludarlo, no sé si todos los venezolanos lo harán, pero yo no. Yo estoy por la democracia y por la justicia, quería ver a Dilma allí”, dijo Benítez. Venezuela tiene 12 medallas olímpicas en su historial, dos de ellas de oro. El objetivo ahora es obtener tres.  

Rousseff anunció que no irá a la inauguración en el estadio Maracaná porque no podrá encabezar el acto, algo que hará Temer, quien dijo que está preparado para las silbatinas. “Me siento madre de Río 2016”, declaró Rousseff en una reciente entrevista, en la que apuntó que Lula, su padrino político y promotor de la candidatura de Río, “es el padre” de los Juegos. (I)