Los cuerpos de Javier, Paúl y Efraín llegaron a su última morada
En la iglesia La Dolorosa se llevó a cabo la misa de cuerpo presente en memoria de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, equipo periodístico de Diario El Comercio que fue secuestrado y asesinado.
El acto litúrgico fue oficiado por monseñor Eugenio Arellano, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
En su evangelio, el sacerdote reflexionó sobre el escenario de violencia que existe en la frontera norte. Recordó que el equipo periodístico llegó a la zona para narrar la tensión que viven sus habitantes..
"Fueron víctimas por buscar la verdad y lo pagaron con sus vidas", expresó monseñor.
En el acto religioso se presentaron ofrendas. Entre ellas una bandera con una cámara de fotos, para recordar a Paúl; una libreta de apuntes en representación de la labor que cumplió Javier y las llaves de un vehículo para rememorar a Efraín.
Los compañeros y colegas del rotativo acudieron a la Santa Eucaristía portando banderas con las fotos de los periodistas.
El padre Arellano despidió a los compañeros orando por su "perenne alegría".
Tal y como fue el deseo de sus familiares, los tres comunicadores fueron enterrados juntos. Sus restos mortales ahora se encuentran en el campo Santo del Memorial, luego de sendos homenajes que se organizaron desde el pasado miércoles, cuando arribaron a Quito.
Antes de su entierro, los ataúdes se ubicaron en una carpa, instante en el cual se reflexionó sobre su labor. "Los jóvenes murieron porque fueron detrás de la verdad y la justicia", expresó el sacerdote del campo santo.
Previo al traslado final de los cuerpos, los familiares más cercanos se acercaron a los cofres para darles el último adiós, mientras sonaban canciones que les dedicaron a los comunicadores.
Ya en los nichos para el entierro, los asistentes dejaron volar decenas de globos blancos con la leyenda #NosFaltan3, mientras un coro entonó 'Amor Eterno', seguido de 'Ave María' en acordes de violín. (I)