Mientras en un punto de Guayaquil una llamada al ECU-911 puede ser una distracción para alguien que lo considera una simple broma, en otro lugar de la misma ciudad una emergencia se podría quedar sin la atención debido al mal uso de los recursos de este servicio integrado de seguridad.

En una llamada falsa al 911, una persona podría movilizar una ambulancia a una emergencia que no existe. Esa misma herramienta se necesitaría para una urgencia real.  

César Navas, gerente general del ECU-911, encierra en una frase el mal uso del sistema: “Una llamada falsa puede costar una vida”. El funcionario destaca que hay severas sanciones para quienes “cojan el sistema como una distracción”.

En la entidad de seguridad han identificado a las llamadas que hacen un mal uso del sistema como “falsas” y “malintencionadas”.

Las llamadas falsas son cuando la persona simula una emergencia real, engaña a los operadores y genera que se despache un equipo a una urgencia que nunca hubo.

Las llamadas malintencionadas se refieren cuando una persona se comunica al 911 e insulta al operador. También entra en esta categoría el contacto telefónico en el que se realiza involuntariamente.

“Cuando hay tres llamadas malintencionadas, la sanción para la línea es de un mes de inhabilitación. Si hay reincidencia, la multa será seis meses. Si se vuelve a detectar otra llamada de este tipo desde la misma línea se la anula definitivamente. Cuando hay llamadas falsas se las detecta y la línea es suspendida definitivamente. Hemos tenido amenazas de bomba y no ha sido así, la ciudadanía debe tomar conciencia”.

Navas contó que hasta el momento 72.000 líneas telefónicas han sido suspendidas por un mes y 7 canceladas definitivamente.

Homero Arellano, titular del Ministerio Coordinador de Seguridad, destaca el excelente trabajo que realiza el ECU-911 y también hace un llamado para que se tome en serio el sistema. “Las personas no deben jugar con el 911, aquí salvamos vidas. Nos preocupa despachar un vehículo por gusto. Todos debemos estar unidos para salvar vidas”, dice.

El 911 recibe más llamadas falsas y malintencionadas, que emergencias reales. Desde su apertura en diciembre pasado, el centro de Machala ha receptado 60.900 llamadas, de las cuales 34.137 (56%) han sido falsas alarmas.

En 2012, en Cuenca se recibieron 687.566 llamadas: 457.097 fueron malintencionadas y 376 falsas.