Una vez que el capitán David Díaz  terminó su turno de amanecida en el destacamento de Los Ceibos, en Guayaquil, sin descansar, se trasladó directamente al curso de ascenso, para lo cual subió a su vehículo marca Chevrolet Vitara y tomó  la autopista que conduce a Salinas. Al circular por el kilómetro 21 perdió pista y chocó contra la guardarraya. El fuerte impacto le causó la muerte.

En 2013 fallecieron a consecuencia de percances viales 27 uniformados, mientras que desde enero hasta junio de este año, otros 21 perdieron la vida.

En el país, en el primer semestre del presente año, se registraron 455 accidentes que involucran a miembros policiales. Durante 2013 ocurrieron 725 siniestros, en los que perdieron la vida, además de los uniformados, 14 personas, y 106 sufrieron heridas.

Según los datos, se evidencia que los accidentes que involucran a policías ocurren con más frecuencia en camionetas, motocicletas y automóviles policiales.

Además, en el primer semestre de este año, 283 policías resultaron heridos; y en 2013 hubo 446, lo cual significaría que existe una tendencia al alza.

También, durante los siniestros  en las vías fueron detenidos 62 uniformados por conducir en estado etílico, 52 por haber provocado un accidente, 25 a causa de percance con vehículo policial, 6 apresados con boleta de tránsito, 3 por manejar a exceso de velocidad y 2 por atropellamiento.

Esta incidencia motivó que la Inspectoría de Policía prepare un plan para disminuir estos índices, especialmente el de mortalidad. “Estamos preocupados por la serie de accidentes, en los que han perdido la vida servidores policiales y existe personal discapacitado por esta causa. Por eso, creemos necesario orientar una cultura de seguridad vial, a través de un plan de acción que conlleva el cumplimiento de actividades coordinadas entre dependencias policiales y organismos gubernamentales”, señaló el coronel Pablo Cerda, miembro del departamento de Planificación.

El inspector de Policía, general Fabián Solano de la Sala, manifestó que los accidentes conllevan graves perjuicios como la pérdida de vidas humanas lo cual es irreparable; además, en el caso de la institución estos hechos causan una  mala imagen “las sanciones internas son fuertes en caso de que se determine a un policía como culpable del accidente”.

La institución también tiene que cubrir los gastos sanitarios en el tratamiento de los heridos, en la reparación de los patrulleros o las motos que en algunos casos implica el reemplazo de estos automotores.

Además de los gastos por el pago de las pensiones de los fallecidos, así como los costos derivados de las reparaciones de las vías. Por estos pormenores, desde 2013, se han desembolsado $ 9’077.800, dijo Solano.

Ante esta situación, la Inspectoría de Policía iniciará la próxima semana un nuevo programa que incluye capacitaciones de manejo para vehículos policiales, como patrulleros urbanos y motocicletas. “Hemos detectado estas debilidades, por eso estamos proponiendo que todos los uniformados practiquen técnicas de manejo defensivo y, además, tomen conciencia sobre los factores de riesgo, seguridad vial y medidas preventivas”, indicó Cerda.