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El Telégrafo
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Con 72 horas de anticipación se planifica el traslado de los reos

Pese a salas virtuales, aún los presos van a los juzgados

Los internos salen en grupo desde las cárceles y asimismo regresan, cuando terminan las audiencias. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
Los internos salen en grupo desde las cárceles y asimismo regresan, cuando terminan las audiencias. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
19 de agosto de 2014 - 00:00 - Redacción Justicia

Todos los días, un bus con desgastada pintura blanca, un logo del Centro de Rehabilitación Social y gruesos barrotes en sus ventanas recorre las calles de Guayaquil. Lo custodian policías en motocicletas y lo acompañan patrulleros con las sirenas encendidas. Es normal escuchar de un transeúnte: ‘Ahí van los presos’.

No es ningún secreto que las personas privadas de la libertad (PPL) atraviesan a diario la ciudad  desde el km 17 de la vía a Daule, para comparecer en sus audiencias realizadas en diferentes complejos judiciales, como los ubicados en la vía a Daule (La Florida), en el centro comercial Albán Borja, ambos en el norte de Guayaquil. También en las salas de la Corte Provincial de Justicia, en el Cuartel Modelo y en la Unidad Judicial de la Valdivia, esta última en el sur de la urbe.

Nelly, que a diario transita por la avenida Carlos Julio Arosemena, cerca del centro comercial Albán Borja, considera que el traslado de las personas privadas de la libertad (PPL) es un riesgo cotidiano.

La mujer no recuerda haber escuchado, al menos en los últimos tiempos, algún escándalo por la fuga de reos, pero mantiene viva una noticia de 2007 cuando un delincuente acusado de asesinato y otros delitos se escapó en un descuido de su custodio. Pocas semanas después otro interno se fugó.

Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, indicó que existe un protocolo para el traslado de las PPL que debe ser cumplido por los Agentes de Tratamiento Penitenciario (ATP). Añadió que sí existe un reporte de intentos de fuga en los últimos años, pero no reveló cifras, ya que “por medidas de seguridad se lo maneja de forma reservada”.

Además, destacó que en coordinación con el Consejo de la Judicatura se han habilitado salas de audiencias virtuales en los Centros de Rehabilitación Social del país, con el fin de evitar la movilización de reos a las dependencias judiciales.

“Para evitar fugas en los traslados de las personas privadas de la libertad, éstas son conducidas con esposas y custodiados por los ATP especializados. Los vehículos en los que son movilizados son blindados, tienen medidas especiales de seguridad como reforzamiento de ventanas y seguros automáticos en las puertas”, indicó Zúñiga.

Cuando los ciudadanos trasladados pertenecen a pabellones de mínima, mediana y máxima seguridad, son acompañados cada uno al menos por un guía y resguardados por agentes de la Policía Nacional. Pero cuando los reos pertenecen a pabellones de máxima seguridad, además los custodian agentes del Grupo Especial ALPHA, integrado por agentes de seguridad penitenciaria que cuentan con capacitación y armamento especial para las diligencias y agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) o Grupo de Operaciones Especiales (GOE).

Un coordinador de Audiencias del Ministerio de Justicia mencionó que hay 2 buses que se emplean en  el traslado de los reos. Estos por lo general salen de los recintos penitenciarios en la mañana (07:30) y en la tarde (después del mediodía); y esperan afuera de los complejos judiciales hasta que todos los del grupo que movilizaron hayan comparecido. En caso de que alguna audiencia se extienda hasta horas de la madrugada, el bus se va con los otros reos. “También, hay trasladados de internos a otros cantones o provincias, pero estos se efectúan en camionetas y también con medidas de seguridad”, señaló.

Gabriela Yencón, coordinadora provincial de Audiencias (Guayas), indicó que cuando las PPL arriban a los complejos judiciales, las que tienen fijadas las audiencias a la hora de llegada van directo a las salas, mientras que las que deben esperar un par de horas permanecen custodiadas en una habitación en la que además hay un baño.

El proceso para solicitar que una persona privada de la libertad sea llevada hasta las unidades de justicia se hace con 72 días de antelación. El Tribunal emite un oficio firmado por un juez o el presidente del mismo y el secretario lleva el oficio a la casilla donde lo recoge el mensajero. Este se encarga de repartir las copias al Centro de Rehabilitación Regional Guayas N° 8, al Centro de Rehabilitación Social de Varones y al de Mujeres.

También, se entregan notificaciones a las coordinadoras de audiencias, quienes las distribuyen en las unidades y juzgados. Ahí escanean el oficio y se los envía nuevamente, pero en digital, a los coordinadores de los centros carcelarios.

El funcionario del Ministerio de Justicia sostuvo que según los oficios que reciben “elaboramos un listado en el que constan los nombres, apellidos, números de celda, pabellón, autoridad que lo requiere, causa, fecha, hora y delito”. La nómina es entregada a las autoridades del recinto penitenciario. “El año anterior salieron hasta 60 personas en un solo día. Ahora, con las audiencias virtuales se han descongestionado las salidas”, agregó.

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