El ministro de Defensa, Patricio Zambrano Restrepo, visitó por primera vez el área operativa de la Armada del Ecuador, en la Base Naval Sur, en Guayaquil. La mañana de ayer recorrió los muelles -algunos un tanto deteriorados- para verificar la capacidad operativa.

Las novedades con las que se encontró no fueron del todo buenas. Carlos Aguilera, comandante del escuadrón de lanchas misileras, le informó que de las tres embarcaciones, denominadas Quito, Guayaquil y Cuenca, que están en la Armada hace 40 años, solo la última está operativa. Las dos primeras no pueden navegar, pero sí pueden detectar y combatir. Están paradas hace tres años.

“La versatilidad de estas unidades es su velocidad: originalmente alcanzaba 35 nudos, pero ahora 28 nudos (alrededor de 50 kilómetros por hora). Tiene una eslora de 45 metros, manga de 7,9 que puede transportar 268 toneladas”, explicó.

En el Escuadrón de Corbeta Misilera las noticias fueron un poco más alentadoras. El comandante Marfiú Rodríguez indicó que cuentan con seis busques de guerra nombrados como seis provincias del país. “Cumplen multirrol: antisuperficie, antiaéreo y antisubmarino. Sin embargo, con el paso ya de 35 años la obsolescencia física y técnica genera limitaciones”.

El oficial indicó que cuatro  pasaron por mantenimiento en los Astilleros Navales Ecuatorianos, dos ya fueron entregadas y las otras estarán listas en enero de 2018. “Estamos centrados en un proyecto de recuperación integral para las otras dos unidades con las que ya no se pueden realizar operaciones. El plazo es de tres años”.

Zambrano ingresó a una de las embarcaciones que no está operativa y atravesó los estrechos pasillos hasta el Centro Operativo de Combate (COC). Ahí los tripulantes le explicaron que en las nuevas todo es diferente, pues los equipos son modernos y más pequeños. Antes tenía tecnología italiana y ahora es nacional.

Al salir del muelle de las corbetas misileras se dirigió hasta donde lo esperaban agentes del escuadrón de submarinos. Ahí estaban dos sumergibles negros completamente operativos.

El submarinista Pablo Rivera explicó que “según la planificación anual, las embarcaciones se trasladan. Estas tienen 60 metros de eslora y alcanzan una profundidad de 500 metros”.

Las embarcaciones tienen una autonomía de 45 días y una capacidad de desplazamiento de 1.500 toneladas. Hay diferentes sensores en la proa y costados, que son los oídos del submarino. La nave puede tener ocho torpedos cargados y 14 en los soportes.

“El submarino es para la guerra, pero ahora somos una fuerza de apoyo para luchar contra el narcotráfico y otras acciones ilícitas en el Litoral”.

También descendió para entrar al submarino y, bromeando con los tripulantes, dijo que no soportaría tanto tiempo “sin oler el asfalto”.

Al final del recorrido, Zambrano indicó que se observaron las necesidades para trasladarlas al presidente de la República, Lenín Moreno. “Hay cosas que deben ser repotenciadas y materiales que deben ser repuestos con el único objetivo de mejorar”.

Respecto a los controles contra los delitos, como el narcotráfico, Zambrano indicó que se “trata de dar impulso al trabajo de la Policía Nacional “tanto en la tierra como en el mar. Es importante trabajar intersectorialmente para acabar con este mal endémico”. (I)

Ceremonia

Visita incluyó celebración
→Cerca del mediodía de ayer, el ministro de Defensa, Patricio Zambrano, asistió a la ceremonia por los 40 años de navegación del Buque Escuela Guayas. El evento se realizó en uno de los muelles de la Base Naval Sur, en Guayaquil.  

→30 cruceros internacionales y 60 nacionales se realizaron en la embarcación construida en Italia.

“El embajador del mar”
→Zambrano calificó al Buque Escuela Guayas como “el embajador del mar”, por representar al país en tantos puertos.