¿Puede un cadáver ser identificado aunque hayan pasado 4 o más años desde su hallazgo? La respuesta es sí, pero los procedimientos a practicarse dependen de las condiciones en las que se encuentre.

Christian Rengifo, jefe del departamento de Criminalística de la Zona 8, que incluye los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, explicó que el mecanismo más eficiente es la dactiloscopia, una técnica que consiste en la toma de las huellas digitales.

“Cada persona lleva una singularidad de identificación en las manos. Hay métodos que permiten de manera técnica establecer la identidad de una persona a través del análisis de puntos individualizantes, y mecanismos tecnológicos para las pericias”, detalló el oficial.

Uno de estos es el sistema AFIS (Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares), en el que se almacenan las impresiones de los dedos de quienes han sido detenidos por orden de un juez.

“Este es un AFISde índole criminal, en el que hay 327 mil personas registradas a nivel nacional. Aún no tenemos una base como la del Registro Civil. Ellos se encuentran en un proceso de digitalización de todas las fichas físicas para que entren en un sistema informático. Recuerde que antes se tomaban las huellas con tinta. Cuando eso sea una realidad se podrá hacer un sistema ‘inter-Afis’, y podremos acceder a esa base de datos”, aseveró.

Este proceso de estudios de huellas dactilares se le aplicó a un cuerpo hallado a inicios de mayo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guayaquil y que se presumía pertenecía a Kerly Verdesoto, reportada como desaparecida.

Diego Fuentes, viceministro del Interior, manifestó que las facultades de Medicina fueron intervenidas como parte del compromiso gubernamental de resolver los casos de desapariciones. “Hemos comenzado un proceso de identificación de los cadáveres que eran catalogados como N.N. (sin nombre)”.

Cadáveres N.N. en universidades

Rengifo acotó que los cuerpos que se encontraban en los centros de estudios superiores como la Universidad de Guayaquil, Católica Santiago de Guayaquil y de Especialidades Espíritu Santo fueron fijados de manera técnica.

“Ya sabemos cuántos son hombres y mujeres, por quienes fueron donados (hospitales, hospicios, centros de atención a mayores o morgues), cómo murió, cuál fue su causa de muerte, con qué nombre o alias ingresó, entre otros detalles, como las características físicas; estas últimas como tatuajes o cicatrices son orientativas para reconocer los cuerpos”, refirió.

El perito explicó que el proceso de putrefacción lo que primero expresa es la pérdida de líquidos. "Cuando se pierde humedad las partes blandas se contraen y se hacen duras. Ahí aplicamos la necroidentificación, que es tomar las huellas de un cadáver. Para eso amputamos las partes corporales, puede ser la mano o los dedos, para con técnicas químicas hidratar esa carne”, dijo.

En el caso de Kerly, su cuerpo permanecía formolizado por lo que se mantenían los tejidos blandos. El formol ayuda a la conservación de la piel, pero tiene un impacto en la degradación celular, lo que daña la información para el ADN.

El oficial explicó que para hidratar la piel del cadáver se requiere de amoniaco, en diferentes porcentajes, combinado con agua destilada. Detalló que el primer día se pone la parte del cuerpo en una botella de precipitación con 25% de amoniaco y 75% de agua destilada. Al siguiente día se observa la regeneración y en caso de que no haya una reacción se aumenta en un 25% la cantidad del químico y se disminuye la del líquido, en el mismo porcentaje. Así durante 4 días, hasta llegar al 100% de amoniaco.

“Si en el primer día tenemos el resultado entintamos el dedo y tomamos la huella digital. En el caso del cuerpo hallado en la U. de Guayaquil se hidrataron los dedos y se los comparó con la ficha decadactilar de Kerly Verdesoto sacada del Registro Civil. Se determinó que era ella”, agregó.

El proceso de comparación también tiene una técnica. Hay que ubicar en ambas muestras, que son ingresadas al sistema AFIS, de 9 a 12 puntos característicos en igual ubicación y situación.

Otros mecanismos

Rengifo manifestó que si por el estado de descomposición del cuerpo se perdieron los pulpejos (parte carnosa) se puede recurrir a sistemas biométricos de identificación.

“Tenemos antropólogos forenses que con una muestra antemorten, por ejemplo de la radiografía de una persona fracturada, pueden identificar el cadáver. Las roturas son características, va a tener una forma y una dimensión que se mantienen aunque después se forme el callo óseo".

Agregó que lo mismo pasa con las fichas dentales. En el Departamento de Criminalística hay odontólogos forenses que pueden identificar los cadáveres comparando las muestras de la boca que le hayan tomado en vida a una persona. Por ejemplo, donde hay caries, calces implantados, tratamiento, puentes o cómo está constituida la dentadura.

Lo último que se degrada de un cuerpo son los dientes y los huesos de la mandíbula. Similar proceso se hace con los senos frontales (entre las cejas) que también son únicos.

La identificación también se puede hacer mediante la prueba de ADN.Rengifo explicó que en este caso se necesita un buen estado de las células, pero eso es difícil de encontrar si el cuerpo tiene mucho tiempo en descomposición.

Ánforas para perfiles genéticos

Carlos Alulema, jefe nacional de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), indicó que había inconsistencias en los registros de los cadáveres no identificados.

“Lo estamos superando. Hay un proyecto para crear un Centro Nacional Forense para acopiar las muestras, por ejemplo ánforas para el perfil genético”.

Agregó que en 2014 unos 640 cuerpos ingresaron en las morgues del país sin identificación y de estos aproximadamente el 90% fue reconocido al poco tiempo por sus familiares. El 10% está en proceso de identificación y de toma de muestras.

“Estamos trabajando en la base de datos de desaparecidos en coordinación con la Fiscalía. Así también, interviniendo en las facultades de Medicina y morgues para identificar esos cadáveres y saber si hay una de esas personas extraviadas”, explicó.

Añadió que en 2014 hubo unas 4.777 denuncias (de varios años) por desapariciones y de éstas se resolvieron 4.558. En 2015, hasta el 13 de mayo, hubo 1.675 casos de los que fueron resueltos 1.450. Es decir, hay 485 personas que son buscadas.

Código de salud

El artículo 88 del Código Orgánico de la Salud indica que practicada la necropsia, el cadáver debe ser obligatoriamente tratado, inhumado o cremado. Ningún cadáver podrá mantenerse insepulto o sin someterse a cremación por más de 72 horas, excepto cuando medie orden judicial o no sean reconocidos. Para eso debe garantizarse su mantenimiento en los sitios autorizados y en condiciones de conservación adecuadas.

En el Art. 89 estipula que en ese caso 30 días posteriores a su fallecimiento se entregarán a título de donación a las facultades de Ciencias Médicas o de la Salud o se inhumarán. Previo a esto se extraerán muestras que permitan la obtención del perfil genético de la persona. “Esta información será registrada en un banco de datos de cadáveres no identificados”, consta en la normativa de Salud. (I)