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El Telégrafo
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Ladrones efectuaron tres viajes para robar dinero y electrodomésticos

Cuando los delincuentes llegaron se dirigieron al sitio exacto donde estaba guardado el dinero, en una cajonera blanca.
Cuando los delincuentes llegaron se dirigieron al sitio exacto donde estaba guardado el dinero, en una cajonera blanca.
Foto: Karla Naranjo / EL TELÉGRAFO
07 de mayo de 2019 - 00:00 - Redacción Justicia

Seis individuos llegaron a una distribuidora de electrodomésticos, forzaron la puerta principal y entraron directamente a una oficina donde había dinero.

 Eran las 02:00 del pasado 30 de abril y las cámaras de seguridad grababan cómo los ladrones abrían un cajón blanco y sacaban aproximadamente $ 13.000.

El negocio está situado en la ciudadela Acuarela del Río, sobre la autopista Narcisa de Jesús, en el norte de Guayaquil.

Los delincuentes tenían cubiertos los rostros y llevaban guantes. Ellos huyeron en la camioneta azul, de una cabina, en la que llegaron.

Menos de una hora después regresaron. Esta vez, sin dudar, subieron unas angostas escaleras y se llevaron televisores de entre 32 y 65 pulgadas. Cuando ya no cabían más en la camioneta se fueron.

Una hora más tarde, los individuos volvieron por más en el mismo carro.

Luis O., el propietario del negocio, detalló que los ladrones se llevaron 60 televisores de gama alta de entre 32 y 65 pulgadas, también unas licuadoras, el dinero en efectivo y cheques de clientes por valores de $ 4.000.

El perjudicado sospecha que entre los implicados se encuentra el guardia que estaba encargado del pasaje comercial y algún empleado o extrabajador. “Sabían exactamente dónde estaba el dinero y los artefactos de mayor valor”.

Luis contó que el celador aseguró que la noche del robo se sentía mal de salud y se quedó dormido. Sin embargo, luego se comprobó que no estuvo en el sitio.

“Pero el guardia no había entrado así que puede haber alguien de adentro implicado”, señaló.

Wilson Zúñiga, jefe de bodega, comentó que el negocio es familiar y que en ese momento todos se encontraban en un velorio, porque había fallecido el abuelo de Luis.

“El sistema de seguridad no funcionó, tenía que activarse la alarma, pero no hubo alerta. Hace 15 días la empresa de seguridad nos manifestó que había fallas y un día antes nos dijeron que no hallaban el problema en el aparato”. (I)   

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