Karen, quien por varios años sufrió el maltrato físico y sicológico de su pareja, y estuvo privada de la libertad, hoy ha recobrado la alegría al tener una vivienda propia y que sus 3 hijos se eduquen en una escuela.

Ella recuerda que un día su conviviente llegó a casa y, como de costumbre, empezó a discutir al punto de causarle heridas, fue en ese momento que para defenderse tomó un cuchillo y lo hirió, luego de varios minutos falleció el hombre.

Por este hecho, la mujer fue detenida y enfrentó un proceso judicial por presunto homicidio.

El Tribunal Sexto de Garantías Penales del Guayas determinó que actuó en legítima defensa, pues los peritajes y testimonios corroboraron que ese día fue golpeada y anteriormente había sido agredida.

Esta resolución judicial permitió que Karen recupere su libertad y reciba la ayuda del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos.

El caso de ella fue analizado en la segunda Mesa Provincial de Erradicación de la Violencia de Género, desarrollada en Guayaquil, y se declaró de atención prioritaria.

Una de las medidas fue reubicarla en una casa alejada del barrio donde convivió con el padre de sus hijos, debido a que en la misma zona habitan familiares de él, situación que le resultaba incómoda.

Ahora, ella vive junto con sus 3 hijos en una de las casas del complejo habitacional Socio Vivienda, en el noroeste de Guayaquil, que está equipada con los enseres necesarios.

Wendy Muñoz, coordinadora Zonal 8 del Ministerio de Justicia, manifestó que se hicieron las gestiones pertinentes para que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda facilite un inmueble a Karen.

También, el Ministerio de Educación ayudó a los niños a ingresar en una escuela. Y el Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer le brinda la atención especializada para su recuperación emocional.

Muñoz expresó que el Ministerio de Justicia hará un seguimiento al caso de Karen para que el trabajo interinstitucional se desarrolle sin contratiempos y se cumplan los compromisos adquiridos.

“Mis hijos están bien en la escuela, hacen todos los deberes y los maestros no tienen quejas de ellos”, indicó Karen, quien trata de borrar las huellas de su vida anterior. (I)