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El Telégrafo
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John W. Gacy pasó de ciudadano modelo a “Payaso Asesino”

John W. Gacy pasó de ciudadano modelo a “Payaso Asesino”
02 de agosto de 2013 - 00:00

Era un hombre exitoso. John Wayne Gacy bien se hubiese postulado para la Alcaldía de Chicago en la década de los 70 y la hubiere ganado. Su popularidad, pese a no ser político, era muy buena. Pero el papel de ciudadano modelo era solo una pantalla de su verdadero yo. Sus diversos traumas psicológicos, provocados por una niñez conflictiva y su lucha por no definir su inclinación sexual, lo llevaron a cometer una serie de 33 asesinatos.

A sus 25 años Gacy ya había dejado atrás una niñez llena de maltratos psicológicos y físicos por parte de su padre y había logrado escalar en gran manera entre la sociedad. Su confianza en sí mismo contrastaba con aquel niño que sentía autoconmiseración. En su adolescencia se puso como meta cambiar... y lo había conseguido.

Gacy, quien nació en Chicago,  Estados Unidos, el 17 de marzo de 1942, no recibía un buen trato por parte de su padres (John Gacy y Marie Robinson), quienes preferían a sus hermanas. Su familia y amigos lo trataban mal, en especial su padre, quien le decía “mariquita” y “tonto estúpido”.

ASESINOS, CUANDO MATAR SE CONVIRTIÓ EN PLACER

Un asesino en serie es alguien que quita la vida a tres o más personas y cuya motivación se basa en la satisfacción psicológica que obtiene gracias al crimen cometido. Los asesinos en serie son motivados por variados impulsos psicológicos, especialmente por ansias de poder y compulsión sexual.
En un accidente a los 11 años, John Wayne recibió un golpe en la cabeza. Esto le provocó pérdida del conocimiento. Durante los cinco años siguientes sufrió desmayos. A los 14 años tuvo un ataque de epilepsia, en el que le tuvieron que poner una camisa de fuerza.Tenía como costumbre jugar en el cementerio judío de la localidad y se robaba las flores artificiales del sitio. “Una vez encontré un perro muerto, lo recogí y lo enterré, ahí utilicé todas aquellas flores”, dijo alguna vez Gacy, luego de que toda su pantalla de ciudadano modelo se cayera y lo descubrieran como un asesino en serie.

Debido a sus desmayos y ataques, Gacy era considerado un chico extraño, que sufrió constante “bullying” (acoso escolar). Era el raro del grupo. A los 16 años le diagnosticaron un coágulo en el cerebro, pero el problema quedó resuelto médicamente... aunque no psicológicamente.

Otro de los aspectos que conspiraron para que Gacy fuera víctima de las continuas bromas de sus amigos fue que en su adolescencia llegó a pesar 230 libras. Además de su problema de comunicación con los demás, también era el “gordo” del grupo. Lo que para sus amigos era algo normal molestarlo, para él se convirtió en un cúmulo de frustraciones.

Para salir de ese ambiente y como él mencionó en una de sus entrevistas, “para dejar de ser un perdedor” se mudó a Las Vegas. Tras buscar trabajo en varios lugares, se logró ocupar como portero en el depósito de cadáveres de la morgue de la ciudad y con su obsesión por la limpieza, era un excelente vigilante.

Según sus excompañeros de trabajo, Gacy se quedaba fascinado con los cuerpos de los chicos jóvenes. En las investigaciones policiales luego de que se dio a conocer la vida delictiva de Gacy, se rumoró que éste practicaba la necrofilia (relaciones sexuales con cadáveres), aunque el implicado lo negó desde la cárcel.

Gacy no podía sostener una erección cuando mantenía relaciones sexuales con mujeresSu dedicación al trabajo lo llevó a escalar rápidamente. Luego de su paso por la morgue, se mudó a Springfield, donde acudió a una escuela de negocios y comenzó una exitosa carrera como vendedor de zapatos.

Era confiado, locuaz y muy carismático, lo que hacía de él un gran vendedor. A los 22 años, cuando se perfilaba para grandes cargos, se casó con su primera esposa, Marlynn Myers, quien era hija de un hombre de negocios que había adquirido la franquicia del restaurante de Kentucky Fried Chicken en Waterloo.

Debido al negocio familiar de su suegro, Gacy, quien tuvo una hija con Myers, se mudó a Waterloo. Ahí le fue encargada la administración del local de comidas rápidas.

Gacy buscó aprovecharse de su cargo para abusar sexualmente de sus trabajadores. En 1968 fue acusado de abuso sexual por uno de sus empleados y fue condenado a 10 años de prisión, pero debido a su buena conducta fue puesto en libertad en menos de 2 años.

Después de abandonar la cárcel, regresó a Chicago, donde ocultó su historial criminal con éxito por varios años, hasta que la Policía comenzó a investigarlo por los asesinatos que había cometido.

Al inicio de la década de los 70 compró una casa en el sector Norwood Park Township. Allí empezó su propio negocio dedicado a la construcción. En su nuevo barrio conoció a la familia Grexa. Estos vecinos quedaron encantados con Gacy y al verlo solo decidieron presentarle a Carole Hoff, una mujer divorciada.

No pasó mucho tiempo hasta que hubo un nexo sentimental entre ambos y se casaron. Pero la mujer no se sintió cómoda con su esposo. Al ser preguntada por una de sus amigas si no pensaban tener hijos, ésta respondió: “para eso se necesita tener relaciones sexuales”.

Entre sus trabajos, Gacy estuvo como administrador de un local de una cadena de comidas rápidasEn sus ratos libres animaba fiestas infantiles en hospitales y orfanatos vestido de payaso con el nombre de Pogo, de ahí su apelativo del “Payaso Asesino”.

En uno de los viajes de Hoff, Gacy llevó a un chico a su casa para saciar sus instintos homosexuales. Pero algo sucedió contrario a sus experiencias anteriores, el joven puso resistencia y se generó una pelea. Resultado de esta, Gacy mató a su ocasional pareja.

Esta muerte despertó en aquel hombre respetado por la sociedad un lado oculto e ignorado por él: la satisfacción de sentirse excitado al ver a otra persona sufrir. Así, desde 1972 Gacy llevaba paralelamente una vida de hombre modelo y otra de sádico sexual.

Su segundo asesinato se registró tres años después. En 1976 se divorció de Hoff. A partir de ahí llevó una vida homosexual abierta, en la que tenía a jóvenes entrando continuamente a su casa. En ese mismo año asesinó a 7 adolescentes, a quienes llevaba a su domicilio con la promesa de darles dinero y lujos a cambio de relaciones sexuales.

Para ese entonces, este asesino oculto tras la máscara de hombre intachable, ya era muy amigo de los políticos de la localidad, incluido el alcalde. En una de las visitas del presidente Jimmy Carter, Gacy estuvo muy cercano a él, incluso se tomó una fotografía con su esposa, Rosalynn Carter.

En 1977 hubo 13 muertes, atribuidas a Gacy. Todos los cuerpos eran tirados al sótano de su casa. Cuando ya no hubo espacio para sus víctimas, las tiró en ríos cercanos. Un año después este hombre fue arrestado por abuso sexual, pero no estuvo mucho tiempo en prisión. Después de sus días en la cárcel, mató a 11 personas más.

En su último asesinato Gacy dejó varios cabos sueltos y levantó sospechas de las autoridades. Fue arrestado en diciembre de 1978 y tras las investigaciones y sus confesiones se determinó que había asesinado a 33 niños y adolescentes, todos hombres, de entre 9 y 20 años.

En la cárcel tuvo un comportamiento ejemplar, cantaba en el coro y realizaba pinturas. Debido a sus asesinatos fue sentenciado a pena de muerte por inyección letal, que le fue aplicada el 10 de mayo de 1994 en la prisión Crest Hill.

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