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Algunas mujeres terminaban como comida para cerdos

Granjero canadiense victimó al menos a 49 prostitutas

Granjero canadiense victimó al menos a 49 prostitutas
25 de abril de 2014 - 00:00 - Redacción Justicia

Detrás de una habitual fachada de granjero que criaba cerdos se escondía un psicópata  que mató al menos a 20 mujeres. Robert William ‘Willie’ Pickton nació el 26 de octubre de 1949 en Port Coquitlam, Columbia Británica, Canadá.

Sus víctimas predilectas eran prostitutas, pues consideraba que por su naturaleza elusiva no serían echadas de menos. Muchas de ellas eran adolescentes que huían de sus casas y cambiaban de identidad, razón por la cual los investigadores tenían pocas oportunidades de encontrarlas.

La desaparición de las damas de compañía era muy habitual, ya que muchas cambiaban de zona y pocas veces alguien se interesaba en sus paraderos. Que alguna se extraviara cerca de la granja de Pickton, en  Low Track en Vancouver (Canadá), era común y no había un patrón discernible.

Pickton satisfacía sus deseos sexuales con sus víctimas y luego se deshacía de los cuerpos. Muchas de sus víctimas eran estranguladas después de que el homicida las sodomizara, otras eran apuñaladas o baleadas en la cabeza con un revólver de bajo calibre.

En ocasiones se divertía colgándolas de ganchos y sacándoles la grasa del cuerpo. Posteriormente las cortaba y las empleaba como alimento para sus cerdos; así se evitaba sepultarlas a todas.

Su primera víctima habría sido Rebeca Guno, de 23 años; fue vista por última vez el 22 de junio de 1983 por el distrito Downtown Eastside. Su desaparición fue reportada 3 días después.  

La siguiente víctima fue Sherry Rail, de 43 años. Ella desapareció en enero de 1984 y el hecho no fue denunciado hasta después de 3 años. Así continuaron los extravíos. El número confirmado de víctimas fue de 21, la última fue Sheila Egan, quien desapareció en 1998.

Las investigaciones sugieren que el número de asesinadas pudo haber sido de unas 49.

Búsqueda de víctimas

En septiembre de 1998 inició la indagación oficial, después de que un grupo de aborígenes diera una lista de homicidios perpetrados en Low Track. Las autoridades examinaron la lista y dijeron que las víctimas habían muerto por sobredosis de drogas; sin embargo, el detective Dave Dickson estaba intrigado por la queja y comenzó su propia investigación.

Pronto consiguió una lista de todas las mujeres que habían desaparecido sin dejar rastro en el área de Low Track. Con el apoyo de sus superiores inició una búsqueda que duró 4 años, en los que el asesino siguió impune.

Los agentes descubrieron que 16 de las víctimas eran prostitutas del sector de Low Track, y sus desapariciones se habían reportado desde 1995. Un inspector que formaba parte del grupo, Kim Rossmo, creó un perfil geográfico-técnico que ayudó a resolver algunos crímenes por medio de mapas señalando los lugares donde las víctimas fueron vistas por última vez.

En mayo de 1999, Rossmo descubrió una inusual concentración de desapariciones en el Downtown Eastside, pero la Policía ignoró las recomendaciones diciendo que las mujeres se fueron de Vancouver voluntariamente.

Rossmo fue degradado y por eso renunció, luego demandó a la Policía de Vancouver pero fue ignorado.

El inspector Gary Greer dijo a la prensa que no había un asesino en serie suelto y que las personas desaparecidas no estaban muertas.

Debido a la falta de evidencia y cooperación de los proxenetas, la Policía no tenía ningún rastro sólido que seguir. En junio de 1999, oficiales entrevistaron a familiares de las víctimas para conseguir información y ADN para identificar posibles restos.  En ese período muchas víctimas se sumaron a las desapariciones.
Captura de Pickton

El 5 de febrero de 2002 la Policía ingresó a la casa del granjero Robert Pickton para hacer un control de armas de fuego.

En el interior encontraron municiones calibre 357 Magnum, gafas de visión nocturna, esposas y una jeringa junto a un frasco que decía ‘afrodisiaco de mosca española’.

Algunos oficiales sospechaban que Pickton estaba relacionado con las desapariciones. Tras la revisión, fue acusado de varios cargos, pero lo absolvieron. Igual siguió bajo supervisión policial.

Varios días después, el viernes 22 de febrero de 2002, la Policía arrestó a Robert William Pickton y lo acusó del asesinato en primer grado de 2 mujeres. El 2 de abril del mismo año lo acusó por otros 3 homicidios y así los cargos fueron aumentando.

Es entonces que la Policía inspecciona los predios del granjero, hasta 100 metros a la redonda. Había cabezas y manos de mujeres en la nevera.  Las cabezas estaban cortadas en 2, verticalmente, y tenían heridas de bala.

También se encontraron los inhaladores de asma de una de las víctimas y 2 jeringuillas con el ADN de la chica y el de Pickton.

Además se descubrió un revólver calibre 22 cuyo cañón tenía un juguete sexual con ADNde otra afectada. Las investigaciones implicaron al hermano del acusado, Dave, quien dijo que hacía lo que Robert le ordenaba.

El fiscal Mike Petrie consiguió objetos y testimonios, más ADN de muchas mujeres muertas y baldes con partes humanas, dientes de mujeres, restos de 2 cuerpos femeninos y otros indicios.

En el transcurso del año Pickton fue acusado de todas las desapariciones que comenzaron en la década del 80, lo cual sumó un total de 49 víctimas.

Durante el  juicio, un testigo dijo haber visto a Pickton en un cuarto donde estaba colgado el cuerpo de una mujer; esto fue respaldado por más habitantes. Otros dijeron que Pickton estranguló y evisceró a varias mujeres para darles sus restos a los cerdos.

Las excavaciones en la granja continuaron hasta noviembre de 2003, cuando el costo de la investigación oscilaba por los $ 70 millones.

La granja fue embargada y todas sus construcciones fueron demolidas, debido al estado de putrefacción de los restos humanos encontrados. Se cree que, muchos de los cerdos que Pickton alimentó, crecieron comiendo carne humana.

Cadena perpetua para criminal

En diciembre de 2007 Robert Pickton fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de salir bajo palabra por 25 años: aquella era la máxima pena por homicidio en Canadá. En prisión, Pickton confesó que fue capturado por volverse descuidado.

El asesino nunca colaboró con la justicia, por lo que no se pudo determinar el número exacto de víctimas.

Algunas investigaciones estiman el número total de mujeres asesinadas en 50; sin embargo, no se le pudieron imputar más que 26 víctimas.

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