La instrucción fiscal en el caso de la desaparición de Juliana Campoverde, en 2012, se extiende 30 días más hasta el 2 de enero.

La jueza Yolanda Portilla acogió este viernes 30 de noviembre el pedido de la fiscal Mayra Soria de cambiar el delito de secuestro extorsivo, que se formuló en 2012, a secuestro extorsivo con resultado de muerte.

La jueza Portilla, además, ratificó la prisión preventiva en contra de Jonathan C., principal implicado en la desaparición de la joven, y ordenó la inmovilización de las cuentas y prohibición de enajenar bienes muebles e inmuebles del procesado.

Según la fiscal Soria, se harán nuevas inspecciones en la quebrada de Bellavista, en donde Jonathan C. indicó que arrojó los restos mortales, en el marco de la cooperación eficaz.

Jonathan C. realizó una ampliación de versión el jueves pasado, en la que reiteró que los restos mortales fueron arrojados en la quebrada de Bellavista.

Afirmó que el 7 de julio de 2012, cuando desapareció la joven, se encontró con ella mientras se dirigía a su trabajo. Fueron a un motel y luego la dejó en Santa Clara. Señaló que días después tuvieron un altercado en un parqueadero, en donde Juliana murió y arrojó su cuerpo en esa quebrada.

El abogado del implicado, Paúl Ochoa, cuestionó las labores de búsqueda en la quebrada de Bellavista. Argumentó que no fueron realizadas en forma técnica y que no se utilizaron profesionales ni un antropólogo.

Sin embargo, Soria negó esas aseveraciones y recordó que en las inspecciones se encontró un diente, “lo más difícil de encontrar en una búsqueda”.

La fiscal no descartó la vinculación de nuevas personas por este delito, en el cual Jonathan C. afrontaría una condena de 22 a 26 años. Ocaña contó en la audiencia que su defendido en dos ocasiones fue agredido en la cárcel de Latacunga y pidió que sea trasladado a la cárcel 4. Pero, la jueza Portilla negó el pedido.   

Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana, cree que el detenido no actuó solo porque “es muy cobarde. Exigimos la verdad”, dijo. (I)