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Las Autoridades buscan cambios en El manejo de los cuerpos de fallecidos

17 cadáveres sin identidad entraron en morgue de Quito

El protocolo de permanencia de cuerpos en los frigoríficos de los anfiteatros se modificará, una vez que la Fiscalía ponga en vigencia el reglamento de medicina legal y ciencias forenses. Foto: Miguel Jiménez.
El protocolo de permanencia de cuerpos en los frigoríficos de los anfiteatros se modificará, una vez que la Fiscalía ponga en vigencia el reglamento de medicina legal y ciencias forenses. Foto: Miguel Jiménez.
18 de agosto de 2014 - 00:00 - Redacción Justicia

El descubrimiento de cápsulas de alcaloide en el interior del cadáver de un ciudadano colombiano, que permaneció 4 meses sin que se le practicara la autopsia correspondiente; así como el cuerpo de Guillermo S., de 64 años, que pasó casi un año guardado en el frigorífico mientras era buscado por sus familiares por todo el país, alertaron sobre errores en los procedimientos de ingreso de cadáveres en la morgue de Quito.

Con el nombre José D.P. se registró el colombiano en el hotel ‘David Alejandro’, ubicado en el centro de la capital, el 5 de abril de este año. Allí falleció al día siguiente, porque le estalló en su estómago una de las 90 cápsulas de cocaína que ingirió.  

El Fiscal y la Policía acudieron al hotel para efectuar el levantamiento del cadáver y dispusieron ese mismo día el traslado del cuerpo a la morgue de Quito. Los médicos legistas no practicaron la necropsia al cuerpo del ciudadano colombiano y lo guardaron a la espera de que familiares lo identificaran. Tampoco, los agentes judiciales investigaron las razones de su muerte.  

El cuerpo de José estuvo encerrado en un frigorífico durante 4 meses. Como nadie lo reclamó, los médicos legistas le practicaron la autopsia antes de sepultarlo. En esas circunstancias descubren la droga en su  interior.

Tres meses es el tiempo promedio que podría tomarse para la  práctica de una autopsia desde el ingreso de los cadáveres sin identidad (NN) a la morgue, y que no sean por muerte violenta.

Aunque el cuerpo se registró con el nombre de José D.P., no hubo un pariente en ese tiempo que confirme su identidad y solicite la autopsia al fiscal correspondiente.

Hasta julio de 2014 la morgue de Quito receptó 17 cadáveres sin identificación (NN), en los 12 meses de 2013 fueron 46; y 44 en 2012.   

Según los procedimientos del Departamento de Medicina Legal, cuando ocurre una muerte, el cuerpo ingresa a la morgue y se lo registra con la información básica (nombres, características, prendas de vestir).  

Además, se coloca en la muñeca un brazalete con nombre, número de registro, fecha y hora de ingreso. Luego es puesto en una cámara frigorífica para su conservación. La identidad es confirmada luego de los informes de dactiloscopia, a través del  Sistema de Identificación de Huella Automatizado (AFIS).  

Si la identidad es comprobada, se intentará localizar a los familiares para que acudan al anfiteatro, y así el fiscal autorice la autopsia, que es el procedimiento técnico mediante el cual se observa y analiza un cadáver, externa e internamente, para establecer las causas del fallecimiento.   

Generalmente el procedimiento lo realiza un médico con un disector, profesional que realiza la división en partes del cuerpo para que el doctor examine sus órganos.  

El artículo 443 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) refiere que entre las atribuciones de la Fiscalía se encuentran la de organizar y dirigir el sistema especializado integral de investigación, de medicina legal y ciencias forenses.

La Fiscalía comunicó que elaboró manuales, protocolos, instructivos y formatos que permitan la aplicación homogénea del Reglamento del Sistema Especializado Integral de Investigaciones, de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

Gustavo Román, médico legista, afirmó que las morgues necesitan personal especializado por las diferentes pericias que se efectúan, y así brindar una respuesta técnica y científica en los procesos, “tanto en  tránsito como en penal”, agregó.    

En el caso de Guayaquil, el médico observó que es necesario el incremento de cámaras frigoríficas en los anfiteatros, porque debido al clima caluroso el cuerpo se descompone más rápido que en la Sierra.

En el anfiteatro de tránsito solo hay 2 frigoríficos, y en cada uno se colocan 2 fallecidos. “¿Qué pasa si ocurre  un accidente en un microbús?, ¿adónde irían los difuntos?”, cuestionó.

La autopsia es un proceso urgente que no debe esperar mucho tiempo por posibles problemas de contaminación. En el caso de los NN, dijo que si no se presenta un familiar, el cuerpo podría estar 6 meses en la morgue antes de entregarlo a la Facultad de Medicina.

Para el jurista Juan Fernando Lozano es preciso efectuar un informe de la escena del crimen antes de que el cuerpo sea trasladado.  “Un análisis del estado del cadáver, si la muerte fue por arma de fuego con la trayectoria de balas”, explicó. Por ello la importancia del trabajo de los peritos en estos casos, los que deberían ser en el número suficiente, según la necesidad de los procesos forenses.  En el caso del colombiano, faltó un peritaje técnico para detectar que no murió por causa natural.

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