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Punto de vista
Tinterillo o rábula
“Tinterillo” o “rábula” es aquel que sin haber obtenido el título de abogado reconocido por el Estado pretende ejercer la abogacía a base de argucias y timos, engañando no solo al inocente ciudadano que cae bajo su ilegítima e inadecuada asesoría, sino a servidores públicos y administradores de justicia que no perciben, en primera instancia, el artificio mediante el cual se presenta determinada defensa de derechos.
Queridos lectores, en esta ocasión traigo al tapete de discusión, un tema que ha causado estupor entre profesionales de las distintas ramas o ciencias que se desarrollan en nuestro país. Me refiero al ilegítimo accionar de un ciudadano, haciéndose pasar por un titulado profesional.
En lo que respecta a la rama de las ciencias jurídicas, aquel que se toma el título de abogado sin serlo es identificado como tinterillo o como rábula, respecto de quienes, más allá de la ilegitimidad de su accionar, que merece sanciones de índole penal, mayor fuente de preocupación radica en los efectos de la inadecuada asesoría y patrocinio jurídico desarrollado por un no profesional del derecho, que pueden desencadenar la nulidad de las actuaciones en la defensa de los engañados ciudadanos.
Meses atrás en una de las provincias de nuestra patria se detectó que un numeroso grupo de personas ha venido desarrollando actuaciones en calidad de abogados sin poseer titulación en esta materia, peor aún, recibiendo acreditaciones como profesionales del derecho de parte de uno de nuestros gremios provinciales, sin poseer documentos que respalden o soporten la desmerecida calificación que de forma arbitraria e ilegítima se les ha proporcionado.
Las sanciones para los responsables de las ilegítimas acreditaciones deben aparecer de forma ejemplificadora para que los libros de registros de nuestros gremios no vuelvan a ser vulnerados, asimismo, no se pueden hacer esperar más las sanciones para aquellos usurpadores de la profesión que con tanto esfuerzo defendemos día a día, quedándome solo una interrogante en el aire, sobre el destino y aplicación que se dará a las causas que bajo ilegítimo patrocinio involucran la estabilidad de la justicia y los derechos de la ciudadanía.
En los días que vivimos es necesario que busquemos nuestra seguridad en todo sentido posible. Apreciado lector si requiere contratar los servicios de un profesional del derecho acuda a los registros de los colegios de abogados de todas las provincias del país, verificación que, ante estas injustificables acciones de parte del gremio de profesionales del derecho de una de las provincias, deberemos reforzarla con la comprobación “en línea” del título profesional del patrocinador elegido en el portal web de la Senescyt.
Sanción para los timadores, así como para los cómplices y encubridores de su engaño. Solución para los centenares de ciudadanos cuyas causas hoy se ven comprometidas con vicios de nulidad en mérito de un ilegítimo patrocinio profesional. En este sentido la Constitución de la República establece que no se sacrificará la justicia por el cumplimiento de solemnidades. No siendo esta una solemnidad sino una causal de fondo, me ratifico en la necesidad de no sacrificar la justicia que haya sido impartida o que se deba impartir en cada uno de los señalados casos, quedando para las autoridades competentes la capacidad de devolver la confianza a la ciudadanía en aras de una justicia social para todos. ¡Juntos somos invencibles! (O)