Los residentes en los sectores en donde operaba y vivía la ‘Mama Lucha’ en Quito aún la recuerdan, unos con temor y rechazo, por lo que optaron por no identificarse con su nombre real, y otros con respeto. Las comerciantes de los mercados de La Ofelia, San Roque, Iñaquito o La Vicentina sufrieron la intimidación a base de la extorsión de la ‘dirigente’. De la misma manera, los vecinos de los barrios como La Colmena, El Panecillo, Santa Anita y La Marín, prefieren no recordar esa época.

‘Diego V.’ (nombre protegido), recuerda que en el sector de La Colmena las bandas de la ‘Mama Lucha’ operaban en diversas modalidades. “Si alguien tenía una deuda, ellos la cobraban, y se quedaban con el 40% o 50% de la cantidad. Claro, bajo amenazas”. También mencionó la supuesta ‘protección’ que daban a un local comercial, para que ‘no le roben’, y además de los préstamos o ‘chulcos’.

Sin embargo, no para todos fue una ‘mala persona’. Inés Vega, que tiene 50 años viviendo en El Panecillo, sector donde residió la ‘Mama Lucha’, menciona que ella no trajo delincuencia en el sector. “Era una vecina más, nunca nos hizo daño, la delincuencia vino de otro lado”.

Con ello no concuerda ‘Amparito J.’, quien también prefirió no revelar su verdadero nombre. Ella confirma que había mucha inseguridad en el sector de La Playa del Panecillo, cuando vivía la dirigente. “Era gente mala, y ella los trajo, se adueñaban de las canchas y de otros espacios”.

Los vecinos dicen, incluso, que la casa en la que residía María Luisa Endara con su familia la adquirió a base de una estafa. “Los anteriores dueños se la vendieron, por decir en 80.000 sucres de la época, y ella, en billetes de efectivo, solo les entregó 8.000”.

La mujer manifestó que luego de la muerte de ‘Mama Lucha’, las cosas no cambiaron mucho en el sector. Sus hijos y parientes continuaron operando en diversas zonas de la capital. Todo se tranquilizó cuando la Policóa efectuó un operativo en 2012.

‘Avalancha’ y otros operativos

En 2012, los agentes policiales junto con personal de la Fiscalía realizaron los operativos ‘Avalancha I y II’ en Quito, que lograron la detención y posterior sentencia condenatoria en contra de 27 miembros de la red ‘Mama Lucha’ y ‘María Luisa’. La mayoría pertenecía a las familias Endara, Aldaz y Palacios, descendientes de la extinta dirigente.

Lo que se investigó en esa ocasión fueron delitos como robo o extorsión, pero también había indicios de lavado de activos. Así lo expresó el fiscal Fabián Salazar, asesor del fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, quien tomó el proceso en 2014. “El Fiscal General asume el caso, y me delega a mí la investigación”.

De ese trabajo derivó otro operativo, el ‘Avalancha Verde’ en 2014, que detuvo esta vez a 9 miembros de la red ‘Mama Lucha’, y que era dirigida por dos de sus hijas: Patricia P. y María F., con sus respectivos esposos y sobrinos. Entre todos tenían un manejo financiero de $ 7’000.000 que no pudieron justificar su legalidad ante las autoridades. El fiscal Salazar explicó que esa cantidad comprenden bienes muebles, dinero, joyas y terrenos. Y todos esos bienes fueron decomisados y pasaron a la administración del Estado.

Detenidos aceptan delitos

Entre 2014 y 2015, los procesados se acogieron al procedimiento abreviado, por lo que aceptaron su participación en los delitos ante los jueces, y fueron sentenciados por lavado de activos. Patricia P. y María F. como las principales autoras del delito fueron condenadas a 3 y 2 años de prisión, respectivamente. Para Salazar lo importante del caso fue la aprehensión de las cabezas que controlaban esta red delictiva que mantenía en zozobra a sectores de Quito.

El fiscal definió a la ‘Mama Lucha’ como una organización delictiva estructurada y familiar. No puede confirmar si todas las ramificaciones fueron disueltas. “Lo importante es enviar el mensaje, de que la comunidad no está abandonada. Hay funcionarios que tuvieron miedo, pero tenemos una sociedad con leyes, que deben ser respetadas”. (I)