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Para Mireya Cárdenas, madre de Eloy, hoy termina su lucha
“Es un triunfo recuperar la identidad de mi hijo”
“El derecho a la identidad personal y colectiva, que incluye tener nombre y apellido, debidamente registrados y libremente escogidos; y conservar, desarrollar y fortalecer las características materiales e inmateriales de la identidad, tales como la nacionalidad, la procedencia familiar...”, dispone el numeral 28 del artículo 66 de la Constitución de Ecuador.
Pero, precisamente ese derecho fue arrebatado antes de nacer al ecuatoriano Eloy Basantes, para proteger su vida. El hecho se registró en 1985 y 29 años después se reparará este perjuicio.
Pese a que por 29 años se ha identificado como Fausto Eloy Basantes Moreno, hoy a las 11:00 en el Registro Civil de Quito recibirá su nueva cédula con los nombres y apellidos de sus verdaderos padres: Fausto Basantes Borja y Rosa Mireya Cárdenas.
El acto es parte del Programa de Reparación de la Ley de Víctimas, que la ejecuta la Defensoría del Pueblo. Eloy también dejará los nombres de ‘Roberto Emilio Sierra Freire’, y ‘Juan Carlos Dávila’, identidades que tuvo que utilizar desde niño para viajar al exterior y para su protección, debido a la persecución que sufrieron sus padres en el gobierno socialcristiano del fallecido expresidente León Febres-Cordero (1984-1988).
Historia
Fausto Basantes Borja y
Mireya Cárdenas, padres de Eloy, militaron en la agrupación Alfaro Vive Carajo (AVC) desde 1983.
En octubre de ese año, durante el gobierno de Oswaldo Hurtado, su madre Mireya Cárdenas, que participaba en una escuela de formación política en Esmeraldas, fue detenida por presuntas actividades subversivas y trasladada a la cárcel de mujeres en Quito.
A los 3 meses fue sobreseída definitivamente; pero quedó vinculada como integrante de AVC.
En 1984 Mireya Cárdenas asumió las relaciones internacionales de AVC. Por tanto, viajó a Nicaragua y luego a Panamá para asistir a un congreso.
En ese año, León Febres-Cordero asumió la Presidencia de Ecuador y comenzó una política represiva a través de las fuerzas del orden.
En su regreso al país, Cárdenas fue detenida en el aeropuerto de Costa Rica, torturada y extraditada ilegalmente a Ecuador.
Ya en el país fue trasladada a la cárcel, y en enero de 1985, a los 4 meses, fue puesta en libertad.
El régimen socialcristiano perseguía a los militantes de AVC, dentro y fuera del país.
En 1985 Mireya Cárdenas formalizó su relación con Fausto Germán Basantes, y el 5 de diciembre de ese año nace Eloy Basantes. Debido al ambiente hostil en su contra, vivían en la clandestinidad.
La persecución continuó, a tal extremo que se llegó a ofrecer, a través de los medios de comunicación, recompensas de 5 millones de sucres por la captura de Mireya Cárdenas y Fausto Basantes Borja.
Para resguardar la seguridad de Eloy, siendo un recién nacido fue necesario registrarlo con una identidad distinta, recuerda su madre Mireya Cárdenas.
Fue inscrito con los nombres de Fausto Eloy Basantes Moreno, como hijo de Wilson Basantes Borja (tío paterno) y de su cónyuge Gladys Moreno, y así ha constado en el Registro Civil durante 29 años.
Fausto Basantes Borja se dedicó al cuidado de su hijo. Sin embargo, el 4 de enero de 1986, el hombre fue acribillado por las fuerzas especiales de la Policía y el Ejército en el sector del aeropuerto de Quito.
Según un informe de la Comisión de la Verdad, el asesinato de Basantes se enmarca en una ejecución extrajudicial.
Luego de la muerte de su esposo, Mireya Cárdenas viajó a Nicaragua. Eloy fue dejado al cuidado de sus abuelos paternos en Ecuador. Meses después, el niño viaja a ese país con los nombres de ‘Roberto Sierra’, -por motivos de seguridad, para reencontrarse con su madre.
Eloy siempre supo quién era su verdadera madre y fue criado por ella. “Él ha vivido todo el tiempo conmigo, solo nos separó la clandestinidad y la participación política”, recordó su progenitora.
Cárdenas, como madre biológica de Eloy, considera que es fundamental la recuperación de la verdadera identidad de su hijo. “Para nosotros es un triunfo, una lucha que la llevamos desde siempre”, dijo.
Para Fausto Eloy Basantes será un orgullo tener la identidad de sus padres en su cédula. “Ellos son mis héroes, lucharon por sus ideales y arriesgaron sus vidas”, manifestó.
Se siente agradecido por su familia y las personas que hicieron lo posible por protegerlo. “Tuvieron la valentía de tomar decisiones”, dijo.
Basantes destaca la labor de los miembros de la Comisión de la Verdad, porque gracias a las investigaciones que realizaron se abrió el camino para la elaboración de la Ley de Víctimas y su programa de reparación.