Publicidad
11.200 militares patrullarán calles de Vitória para bajar criminalidad
Una huelga de policías que ya dura cuatro días tuvo sus consecuencias fatales en Vitória, capital de Espírito Santo, en Brasil. En ese lapso se registraron 75 muertes violentas, saqueos, robos de vehículos y tiroteos, según publica el diario Clarín en su portal.
De acuerdo con informaciones del sindicato de los policías civiles de Espírito Santo, 13 personas fueron asesinadas entre la noche del lunes y la madrugada de este martes.
Según el presidente de la Asociación de Investigadores de la Policía Civil del estado, Junior Filho, la morgue forense de Vitoria está abarrotada. El lunes por la tarde había 12 cuerpos en refrigeradores - su máxima capacidad - y 16 cadáveres en el suelo. Los cuerpos que ya no cabían en las cámaras fueron transferidos a las morgues de los hospitales.
La violencia obligó a los comerciantes a cerrar sus puertas, lo mismo que ocurrió en los dos últimos días con las escuelas, algunas universidades y los puestos de salud públicos.
La Federación de comerciantes de Espírito Santo calcula que las pérdidas provocadas por puertas cerradas y robos en los últimos cuatro días ascienden a 4,5 millones de reales ($ 1,5 millones).
Con militares retorna la calma
Desde el martes último, empezaron a bajar los índices de violencia con la presencia de tropas federales en la región de Vitória. Los militares llegaron para poner orden y fin a la ola de saqueos y asesinatos cometidos desde el último fin de semana al amparo de una huelga policial.
Unos 400 efectivos empezaron a desplegarse este lunes, dijo a la AFP un portavoz del gobierno estatal. En total se prevé la llegada de 1.200 hombres del Ejército y de la Fuerza nacional, un cuerpo formado por policías y bomberos que puede ser movilizado a pedido de los estados.
Los autobuses, que habían dejado de circular, ya comenzaron a recorrer las calles de Vitória nuevamente aunque, según la televisora Globo, detendrán el servicio al anochecer. Las escuelas siguen cerradas por segundo día.
“Las fuerzas armadas están en las calles y en las próximas horas, con la llegada de más soldados, alcanzaremos el número necesario. Estamos determinados a restaurar la paz, el orden y la seguridad en el estado”, declaró el ministro de Defensa Raúl Jungmann.
En Brasil, la Policía Militar (PM), dependiente de las autoridades regionales, no puede realizar huelgas.
Pero en Espírito Santo, los familiares y allegados de los agentes bloquearon los cuarteles y los efectivos no hicieron esfuerzos para salir de ahí, dejando las calles y a la gente sin protección.
La policía quiere mejores condiciones laborales y salarios más altos. Una corte declaró que la acción era una huelga ilegal y el jefe de la Policía Militar en Espírito Santo fue reemplazado.
“El gobierno de Espírito Santo trata la seguridad con desdén, no invierte en ella, y no da valor al personal”, dijo el presidente del sindicato de policías civiles estatal, Jorge Emiliano Legal. (I)