La violencia contra figuras públicas en redes sociales vuelve al centro del debate tras el asesinato de María José Estupiñán en Colombia. Las autoridades investigan el móvil del crimen.

El asesinato de María José Estupiñán, modelo e influencer colombiana de 22 años, más conocida como “La Mona”,  ha generado indignación y profunda tristeza en Colombia. La joven fue atacada el pasado 15 de mayo en su vivienda en la ciudad de Cúcuta por un hombre que, según autoridades, se hizo pasar por repartidor para poder acercarse y dispararle directamente.

El atacante habría tocado la puerta de Estupiñán alegando que tenía un obsequio para ella. Cuando la víctima salió a recibir el supuesto regalo, fue herida de gravedad en el rostro, lo que le provocó la muerte poco después.

El caso ha generado comparaciones con el reciente asesinato de Valeria Márquez, una tiktoker mexicana que fue acribillada mientras realizaba una transmisión en vivo en Jalisco. Ambos crímenes, separados por días, tienen en común la violencia dirigida hacia mujeres jóvenes que ganaron visibilidad en redes sociales, lo que ha generado debates sobre la exposición digital y la vulnerabilidad de las figuras públicas en Latinoamérica.

La tragedia de Estupiñán no solo ha impactado por su nivel de violencia, sino también por los antecedentes. Autoridades judiciales informaron que la joven había sido víctima de violencia doméstica y estaba a punto de recibir una indemnización por dicho proceso. Esta información ha llevado a reforzar hipótesis de que el crimen podría estar vinculado a su situación personal y no únicamente a su exposición mediática.

En el caso de Valeria Márquez, aunque inicialmente se especuló sobre una posible relación con el crimen organizado, la Fiscalía de Jalisco descartó este vínculo y calificó el hecho como feminicidio.

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