Julia Jama, otra de las víctimas de la insubordinación  policial del 30 de septiembre de 2010 (30-S), recibió una vivienda por parte del Estado.

“Muchas gracias por haberme dado la alegría de contar con una casa propia para el bienestar de mi familia”, señaló  la mujer  de 49 años, cuando recibió  las llaves del Ministerio de Vivienda (Miduvi).

La casa está en el conjunto habitacional Ciudad Serrana (Cutuglahua), al sur de Quito. Allí vivirá con su esposo, Gustavo Santana; y  sus hijas Sofía, Paola y Génesis, de 23, 17 y 8 años, respectivamente.

Jama  recuerda que aquel 30 de septiembre de 2010 se sumó a las marchas de respaldo al presidente Rafael Correa cuando supo que estaba retenido en el Hospital de la Policía, pero no se imaginó que sufriría  agresiones físicas  por parte de los uniformados.

El enfrentamiento -cuenta- se produjo cerca de  las 18:30 de ese día, cuando le echaron gas lacrimógeno  en los ojos y recibió múltiples golpes por todo el cuerpo, de los que no ha podido reponerse hasta ahora. “Ese día fue terrible; sin embargo, no me arrepiento de haber apoyado al Presidente porque está haciendo obras a favor de la gente de menos recursos económicos de todo el país”.

Como resultado de la agresión, la ciudadana ahora tiene dificultades físicas y tuvo que cerrar su peluquería   en el sector de El Tejar,  por lo que actualmente el único sustento del hogar es su esposo, quien  trabaja en una ensambladora de vehículos en la ciudad de Ambato.