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Víctima confirma exceso de velocidad
“Iba conversando con uno de mis amigos y de a poco sentí que el carro empezó a acelerar, no le di mucha importancia, hasta que sentí un fuerte sacudón, solo escuché un estruendo... fue el impacto”.
Eso es lo único que recuerda Floresmilo Estuardo Reina (45 años), quien es uno de las 28 personas que sobrevivieron al accidente del bus 28 de la cooperativa Espejo, que se precipitó al barranco el domingo, en la vía Ibarra - San Lorenzo.
El automotor, que salió a las 05:40 de la terminal terrestre de Ibarra, perdió el control en la comunidad de Guajara, según el informe preliminar de la Policía Nacional, por una mala maniobra que habría realizado el chofer. La unidad tenía capacidad para 42 personas, pero en el momento del siniestro estuvieron 57 en el interior, de ellos 29 murieron. Las investigaciones aún continúan. Reina viajaba junto a 11 personas más, siete de ellas murieron.
En la terminal terrestre de Ibarra Segundo Romo vocea las rutas de los vehículos junto a los andenes e invita a las personas a abordarlos. Él contó que la unidad número 28 salió con prisa de la terminal porque había timbrado con retraso la madrugada del domingo. La versión fue corroborada por uno de los guardias de turno, quien prefirió no identificarse.
En la lista de personas fallecidas sobresale el nombre del comunicador social Mauricio Alvarado Sánchez, quien se desempeñaba como periodista del canal EcuadorTV y era reconocido por la comunidad por sus trabajos para la pantalla chica.
El periodista de la sección internacionales del canal público iba junto a su esposa Ana Guamán, sus hijos Isabel y Adrián, y sus suegros Galo Guamán y Yolanda Sánchez.
También lo acompañaban otros familiares, entre ellos, Eliza Sánchez y Marco Castillo, quienes a su vez llevaban a sus hijos Steven y Melanie. Luego del accidente de tránsito, únicamente sobrevivieron las menores Melanie Castillo e Isabel Alvarado, esta última es la hija del comunicador fallecido. Ambas fueron trasladadas por emergencia y permanecen bajo observación médica en hospitales de Quito.
Las ocho víctimas restantes murieron debido a la violencia del accidente y fueron veladas conjuntamente en la Sala Máxima de la Asociación de Artesanos de Ibarra, que está ubicada en las calles Pedro Moncayo y Pedro Vicente Maldonado.
En el salón velatorio las filas de bancas de madera apuntaban a una tarima ubicada en el frente, donde se encontraban los ocho ataudes, rodeados de arreglos florales y los deudos, que intentaban contener el llanto.
Hasta este lugar llegaron los familiares, amigos y compañeros de trabajo de Alvarado, quienes lo definieron como una buena persona, un buen amigo y un gran padre de familia que adoraba a sus dos hijos.
En este grupo se encontraba Jaime Castillo, cuñado del periodista. Él contó que Alvarado había llegado a Ibarra con la ilusión de participar
en un viaje familiar, ya que debido a su profesión, permanecía mucho tiempo alejado de su madre y hermanos. “Organizaron el viaje para estar todos juntos. Él migró hace bastante tiempo a la capital con su esposa Ana Guamán, que era oriunda de Ibarra”, explicó.
Guamán también era comunicadora y trabajaba en la vicepresidencia, en la Radio Ciudadana, explicó Castillo, quien lamentó que ambos coincidieran con días libres en sus apretadas labores. Sobre Guamán, los allegados la recuerdan como una mujer amable, caritativa y humilde.
A ella también le gustaba viajar, pues esto la sacaba de su rutina laboral. Había dedicado su vida a la radio y cooperado con varias instituciones.
El plan para el feriado de carnaval era viajar a Las Peñas, en la provincia de Esmeraldas, y permanecer allí dos días antes de retornar al hogar. Sonia, hermana del periodista, no descarta su deseo de adoptar a su sobrina Isabel. Ella tenía planeado acompañar a Alvarado y Guamán al viaje, pero desistió a último momento.