Secretarios asumen con el reto de nueva diplomacia
José Pijal, de nacionalidad cayambi, ya piensa en los nuevos cambios que se incorporarán en la carrera diplomática con la designación de los representantes de las nacionalidades indígenas, afros y montubios del país.
Él, quien tiene discapacidad física, mira a su designación como una oportunidad “de dar a conocer las creencias”. Como él, 70 ecuatorianos entre representantes quichuas, shuars y afroecuatorianos fueron posesionados por el presidente Rafael Correa, el miércoles pasado, en el Teatro Sucre, en Quito.
“Los indígenas que siempre estuvimos relegados ahora somos capaces de afrontar grandes retos en la política exterior”, aclara este abogado de profesión.
Para el jurista, la carrera diplomática les permitirá seguir estudiando y acceder a una maestría e incluso a una capacitación en inglés.
Afirma que desde el 1 de mayo entrarán en funciones y que ahora la Cancillería analiza cada currículum de los nuevos funcionarios para asignarles las responsabilidades que les serán impuestas por el ámbito profesional en donde se desempeñaron.
Verónica Muenala comparte ese criterio. Ella es quichua-otavalo y cuenta que desde pequeña estuvo rodeada de líderes comunitarios y que ahora esta oportunidad le permitirá conocer las diferentes culturas. “Desde la carrera diplomática transformaremos la realidad desde diferentes visiones”, dice esta abogada.
Durante el discurso, Correa afirmó que de 150 cancilleres que han ingresado, “muchos de ellos -con honrosas excepciones- obedecieron a las políticas impuestas por el norte y no por el sur”. Manifestó que “la dignidad del Ecuador no está en venta y que no se negocia un TLC”. Reafirmó que la política exterior ecuatoriana “nunca más será un bastión de las élites” y recordó que antes esta área recaía en muy pocas personas y muchos de ellos “con apellidos rimbombantes”.
El gobernante dijo que los nuevos diplomáticos se incorporan con una nueva mirada de patria, en la cual no agacharán la cabeza. El canciller Ricardo Patiño calificó a la incorporación como un “hito”, que avanza con la propuesta de integración.