El presidente de Ecuador y candidato a la reelección, Rafael Correa, aseguró el martes que la renuncia del papa Benedicto XVI, anunciada el lunes, es una decisión honesta y revolucionaria.

"Creo que es un acto de honestidad y yo diría incluso revolucionario del papa Benedicto XVI, que habla muy bien de él", dijo sobre la abdicación del pontífice el mandatario, quien se declara un católico de izquierda.

El Papa hizo el inesperado anuncio en el Vaticano, durante un discurso pronunciado en latín ante numerosos cardenales, aduciendo que "por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio pretino".

Correa -actualmente en licencia de su cargo por la campaña para los comicios del próximo domingo- sostuvo que "hemos tenido papas en edad muy avanzada, en estado de salud muy precaria que ya no gobernaban la Iglesia".

Asimismo, opinó que hay religiosos "claramente identificados con grupos políticos" y, por lo tanto, "hay cosas que cambiar y muy profundas" en la jerarquía católica. "La soberbia es decir que la Iglesia nunca se equivoca", añadió.

En un comunicado emitido ayer, la Conferencia Episcopal ecuatoriana aseguró que "acompaña al Santo Padre con la oración, con el respeto y la veneración que siempre le ha profesado".

Benedicto XVI, de 85 años y al mando del Vaticano desde hace ocho, padece de problemas cardíacos, razón por la cual no puede viajar a ciudades particularmente altas y había disminuido su apretada agenda de trabajo y compromisos públicos.