Una práctica común entre los campesinos es la quema a cielo abierto en suelos agrícolas, para eliminarde manera rápida los restos de cosechas anteriores y despejar la zona para un nuevo cultivo.

Para los alcaldes de Ibarra y Cotacachi, esa sería la causa de los incendios forestales que hasta el momento han consumido cerca de 600 hectáreas de vegetación y ponen en riesgo la reserva ecológica Cotacachi-Cayapas.

Los fuertes vientos, propios del verano, boicotean los esfuerzos de los bomberos, militares y policías, que ya llevan 3 días intentando sofocar los incendios en el volcán Cotacachi y Lita.

“Anoche (domingo) salió la primera brigada y hoy otra, a las 04:00, sin que hasta ahora podamos apagarlo definitivamente. Esperamos el apoyo de un helicóptero para que realice descargas de agua porque aparentemente el incendio está controlado, pero el viento lo vuelve a encender”, explicó el alcalde de Cotacachi, Jomar Cevallos.

La situación es más grave en Lita, pues las llamas han consumido cerca de 500 hectáreas de bosque y la noche del domingo, tras el incendio de una vivienda, 74 personas de la comuna El Guadual fueron evacuadas momentáneamente.

Cerca de 150 personas trabajan en el sector, sin ningún éxito. “No podemos combatir el fuego por las condiciones climáticas adversas. Nuestra prioridad en este momento es precautelar la seguridad de las personas. Se trata de una zona seca que colinda con el bosque húmedo”, indicó Diego Villalba, coordinador zonal del Municipio de Ibarra.

En el sector, la población se abastece de agua entubada, cuyos ductos fueron destruidos por el fuego. El Cabildo dotó a los moradores de agua embotellada, pero Villalba lamentó que a pesar de las campañas constantes los campesinos no hayan abandonado la práctica de las quemas agrícolas.

Desde ayer el fuego avanza hacia la parroquia Buenos Aires en Urcuquí. El alcalde, Julio Cruz, explicó que 5 viviendas de las afueras de la parroquia están en riesgo y pidió al presidente de la localidad alertarlos. De ser necesario, los 14 habitantes serían evacuados hasta que sea controlado el flagelo.

352 hectáreas se quemaron el fin de semana

Las características de la vegetación, las elevadas temperaturas y las quemas agrícolas, además de la acción de pirómanos, han significado la afectación de 545 hectáreas de vegetación en Quito desde el 27 de junio en 38 incendios. Juan Zapata, secretario metropolitano de Seguridad, indicó que el fin de semana pasado fue el más crítico, puesto que se registraron 7 siniestros e intervinieron 400 personas, entre bomberos, policías, militares y metropolitanos.

Eber Arroyo, comandante del Cuerpo de Bomberos, precisó que los 7 siniestros registrados entre sábado y domingo fueron producto de la actividad humana.

En el cerro Ilaló, donde se consumieron 17,1 hectáreas, se encontraron colillas de cigarrillo. En el cerro Auqui (oriente) se afectaron 22 hectáreas y una familia perdió su hogar. Dos presuntos pirómanos están identificados por eventos anteriores: Marco P., a quien se le aplicaron medidas preventivas, y José B., que tiene orden de detención.