En medio de estrictas medidas de seguridad fueron deportados a Colombia los presuntos guerrilleros que se entregaron de manera voluntaria en días pasados a las autoridades del  Comando Operacional Nº 1 Norte de las Fuerzas Armadas.

La pareja dio al personal militar un fusil AK-47 con 3 cargadores, 1 granada tipo piña, 260 cartuchos de munición 5.56 mm  y equipo individual de combate.

Los afrocolombianos  identificados como Julio César Miranda (20) y Diana Marcela Caicedo (17),  al parecer, decidieron desertar  de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia  (FARC) y entregarse en Palma Real, en Esmeraldas.

Una vez que se entregaron, fueron trasladados hasta San Lorenzo bajo custodia policial y de ahí a Quito, donde en coordinación con el Comando de Policía del Carchi se tramitó  la deportación al vecino país.

En la Unidad de Migración, en Rumichaca, se formalizaron los  documentos del procedimiento para ser entregados a sus similares de Colombia. Entre tanto, en Rumichaca los turistas que hacían fila en Migración de Ecuador para sellar su entrada o salida del país,  se sorprendieron al observar el contingente policial. Algunos  sacaron sus cámaras fotográficas para captar el momento, mientras esperaban su turno. Mientras personal policial ecuatoriano  agilizaba los trámites respectivos, los detenidos aguardaban en una camioneta de color blanco. Ambos  portaban chalecos antibalas y cascos. En el exterior más efectivos daban custodia.

La entrega de los desmovilizados se realizó en la mitad del puente.

Miranda, que vestía pantalón azul y camiseta naranja, cubrió su rostro con las manos  al ser bajado de la camioneta blanca para ser subido en una negra. Su compañera se tapó solo con un periódico.