El presidente Rafael Correa restó importancia a la decisión del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que la semana pasada colocó nuevamente a Ecuador en una lista de estados con deficiencias en sus sistemas contra el lavado de activos y financiación al terrorismo.

El Mandatario, en una rueda de prensa en Guayaquil, consideró que la decisión del GAFI es responsabilidad de la Procuraduría (defensa legal) del Estado, organismo que ha rechazado la calificación del grupo internacional.

Sin embargo, Correa dijo que a su administración "ni nos va ni nos viene lo que diga o deje de decir el GAFI, otro de los tantos instrumentos del neocolonialismo".

Correa cuestionó la legitimidad ética de ese Grupo, pues aseguró que "si tuviera una sola moral, intervendría los paraísos fiscales" en el Caribe o en Estados Unidos.

"Intervendrían pues el estado de Nevada, en EE.UU. Quién no sabe que ahí se lava dinero", pero "con ellos no se meten", dijo el mandatario, tras señalar que Ecuador ha elaborado reformas al código penal en las que están incluidas las observaciones del GAFI.

Para Correa, es injustificado el hecho de que el Grupo haya colocado a Ecuador en la llamada "lista gris" y dijo que es por ello que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) analiza la creación de sus propios organismos de control.

"Tener nuestros propios organismos de control y no depender de estos espacios que son, insisto, instrumentos de política internacional de los países que se creen hegemónicos y del neocolonialismo", subrayó.

Insistió en que las sugerencias del Grupo "están incorporadas al código penal que está tratando la Asamblea (legislativa)", por lo que "de ninguna manera se justifica lo que ha hecho el GAFI ni su doble moral".

"Porqué ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio", preguntó Correa tras señalar que la Asamblea Nacional de su país tramita las reformas legales que se requieren para combatir el lavado de activos.