La lucha de académicos y periodistas  por un proyecto de Ley de Comunicación  que garantice la libertad de expresión en el Ecuador empezó en  los años 70. Así lo   precisó  el director de El Telégrafo, Orlando Pérez, en el marco del foro “La libertad de expresión a debate. Día Mundial de la Libertad de Prensa”, realizado el jueves   en la Universidad Andina Simón Bolívar, en donde se debatió sobre la libertad de expresión en el país.

También participaron  catedráticos como Marco Navas, Gina Benavídez, Rommel Jurado,  además del asambleísta César Montúfar, del movimiento Concertación Nacional.   

La autocensura en los medios  por parte de los propietarios de las empresas de comunicación, la responsabilidad social de los periodistas, la calidad en la programación y la necesidad de una ley de comunicación que garantice la pluralidad de la información sin censuras, fueron algunos de los temas que se abordaron en el encuentro.    

Pérez cuestionó a quienes se oponen a la Ley de Comunicación y preguntó por qué no se habló de libertad de expresión en la Constitución de 1998. Fue enfático al señalar que la libertad de expresión no es  potestad solo de los periodistas, quienes en ocasiones  son víctimas -en algunos medios- de autocensura por parte de los propietarios y editores. 

Por eso considera que es necesario que se construya una verdadera libertad de expresión, que desaparezca la hegemonía que actualmente maneja el modo de hacer periodismo. “La información hoy se enmarca bajo el concepto funcional del dinero”.         

Montúfar, por su parte, dijo que no hay democracia sin libertad de expresión y coincidió con Pérez en  que en el país la palabra está homogenizada, según dijo, porque  en el país solo ocho grupos manejan el poder de la información.

“Monopolio y audiencia es un tema de debate que debe revertirse para lograr democracia en el Ecuador”, indicó.             

Cuestionó además a los medios públicos porque, a su criterio,   serán manejados por el gobierno, pese a  que Pérez le pidió no confundir entre  Estado y Gobierno, y  explicó que   los medios públicos son espacios esenciales para  hacer   nuevo periodismo.