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MIES: La mendicidad de esta época tiende a bajar en norte del país
Hasta hace seis años era común ver a niños, ancianos y discapacitados mendigando en la época de Navidad a lo largo de la Panamericana Norte, en la provincia de Imbabura.
Los puntos críticos, recordó Sixto Ruiz, director distrital del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), eran las comunidades otavaleñas ubicadas frente a la carretera, como Tocagón, Caluquí, Huaycopungo y San Miguel Bajo.
Mientras que más al norte, los moradores de las comunidades afrodescendientes de Ambuquí, parroquia de Ibarra, y las asentadas en el Valle del Chota, como Chota, Carpuela, Pusir y El Juncal, eran quienes se volcaban a las vías en busca de caramelos, prendas de vestir o simplemente dinero.
“En esa época había al menos unos 1.000 niños que eran usados por sus padres, incluso por mafias organizadas, para conseguir dinero, ropa y caramelos. Luego estas organizaciones delictivas vendían los artículos obtenidos por los menores”, explicó el funcionario.
Mariana Túquerres es madre de tres menores y vive en la comunidad de Tocagón (Otavalo). Ella recordó claramente el calvario que pasaba durante la época navideña.
“Solían venir mestizos a ofrecer comida y dinero a cambio de que permita salir a pedir limosna en la carretera a mis hijos. Si no aceptaba la propuesta nos amenazaban con incendiar la casa y hasta con matarnos”, narró la mujer.
Pero a partir de 2007, el panorama ha cambiado paulatinamente, manifestó el director del MIES-Imbabura. A escala nacional, según el funcionario, hasta 2011 se redujo la presencia de niños, ancianos y discapacitados en las vías hasta un 50% en época navideña, gracias a la implementación de la campaña “Da dignidad por un Ecuador sin mendicidad”.
Ruiz fue enfático al asegurar que en lo que respecta a Imbabura hasta diciembre de 2012 no había mendicidad infantil.
Esto se logró por los compromisos interinstitucionales de cooperación en contra de la mendicidad infantil. “Aquí están involucrados directamente los seis patronatos cantonales de la provincia y más de 100 promotoras del MIES-Imbabura”, acotó Ruiz.
Ellos se encargan, desde octubre hasta el 31 de diciembre, de sensibilizar, casa por casa, a las comunidades en las que había mayor incidencia del problema.El objetivo es concienciar a los padres para que eviten la explotación laboral de sus hijos.
Asimismo, la participación de la Dirección Nacional de Policía Especializada para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) permitió reconocer las zonas más conflictivas, el abordaje de padres y la capacitación en seguridad ante intentos de amedrentamiento de los explotadores.
Pero para Sixto Ruiz, la clave del éxito son las caravanas recreativas que las promotoras realizan por los sectores vulnerables. “Es el momento de mayor felicidad de los niños que ya no tienen que pasar madrugadas enteras arriesgando su vida al filo de la carretera para recibir una funda de caramelos, pues los promotores de diversas instituciones recogen las contribuciones que hacen los ciudadanos en los patronatos municipales y en las oficinas del MIES de la provincia, como juguetes, ropa, caramelos y los distribuyen en un evento navideño al cual también se invita a los padres”, explicó Ruiz.
Según la página web del MIES, para la erradicación progresiva de la mendicidad a escala nacional se invirtió cerca de 2 millones de dólares en este año.
Aunque el problema de la mendicidad no se produce exclusivamente en diciembre, este mes se han realizado varios eventos para contrarrestar esta situación.
Por ejemplo, el pasado 7 la Mesa Interinstitucional para la Erradicación Progresiva de la Mendicidad, constituida en la provincia del Azuay, realizó una caminata para socializar esta situación.
El mismo día se abrieron los “Puntos de la dignidad” en Pichincha, para que las personas entreguen sus contribuciones.
En Esmeraldas, la campaña “Da dignidad por un Ecuador sin mendicidad” arrancó el pasado 10 de diciembre. (CAT)