El proyecto de riego Cayambe-Pedro Moncayo es una de las mega obras de riego y agua potable que impulsa el Gobierno y que beneficiará a medio millón de personas y a 14 700 hectáreas en la provincia de Pichincha.

Durante el Enlace Ciudadano 274, el Presidente de la República, Rafael Correa, hizo una exposición acerca de los beneficios de la obra, así como el avance en el proceso de construcción del proyecto.

Con una inversión de $80 millones se prevé la construcción de un embalse en la laguna San Marcos con una capacidad de 10 millones de metros cúbicos, que garantizarán riego y agua potable, a través de una presa de materiales sueltos cuyos trabajos de compactación dinámica se están efectuando.

Actualmente, en los dos primeros túneles mediante los cuales se tomarán las aguas de los ríos Arturo, Boquerón y San Pedro se puede constatar un avance de construcción del 30%, aproximadamente.

También se construye el túnel de trasvase que está siendo completado, pues hay un tramo anterior de 2.5 kilómetros que ya fue edificado.

A la salida del túnel, se edificará una derivación para dotación de agua potable para el proyecto Pesillo-Imbabura, con 8 000 litros por segundo, beneficiando a 450 mil habitantes, mientras las hectáreas a regarse serían aproximadamente 14 mil.

La obra estará lista hasta diciembre de 2013 y representa un proyecto innovador en el país pues implica el aprovechamiento de las aguas de los tres ríos que bajan del nevado Cayambe, van hacia la Amazonía y, que según el Presidente, eran desperdiciadas pues la región oriental, por sus propias condiciones hidrográficas, del país cuenta ya con la suficiente provisión de agua.

Alrededor de 340 empleados trabajan directamente para Hidalgo-Hidalgo, de los cuales casi la totalidad pertenece a la zona.

La inversión proyectada es la más grande efectuada desde el Gobierno central a un gobierno autónomo como el de Pichincha y de ahí que el prefecto de la provincia, Gustavo Baroja, agradeció al Presidente por el apoyo recibido.

El gobernante por su parte aseveró que no hay nada que agradecer, pues es una obligación que el Gobierno tiene con sus mandantes en todas las provincias del país.