Ayer concluyó  la primera fase del proceso de verificación de firmas que entregaron los representantes de grupos políticos para poder participar en el proceso electoral de 2013.

Este proceso inédito que realizó el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el país después de que se encontraran miles de firmas inconsistentes ha involucrado a más de 1.500 personas y miles de dólares en recursos.

Cada revisión inicia  con la participación de  los actores: coordinador del proceso, notario de turno, representante jurídico del CNE, de la empresa contratada y del administrador del contrato.

El segundo paso es la verificación en la que se analiza que la rúbrica cumpla con los requisitos de ley, como que no sea  repetida, que su dueño no pertenezca a las Fuerzas Armadas y Policía o sea juez, fiscal o menor de 16 años.

Después pasan a verificación visual comparándolas con otras bases del Registro Civil, Banco del Pacífico, Banco del Fomento y otras entidades.

El paso final es firmar el acta de cierre en la que intervienen los mismos que al inicio.
Hasta el viernes se revisaron 10 millones 571 mil firmas,   informó Nubia Villacís, consejera del CNE, quien detalló que  el número de firmas que han entregado los movimientos y partidos políticos  supera ampliamente al registro electoral de 2011.

Henry Pazmiño, ingeniero en Sistemas de la Universidad Tecnológica Equinoccial, es uno de los observadores que han participado de la verificación. Él manifestó que  el proceso se ha desarrollado normalmente. Sin embargo, recomendó que con esta experiencia el CNE prepare a una o dos personas para que el programa sea lo más inviolable posible, es decir que solo puedan acceder pocos funcionarios.

“En este sistema hay observaciones, pero ahora el reto del CNE es controlar que la empresa contratada haga las cosas bien”, destacó el técnico.

Este trabajo es la primera vez que se realiza en la región por lo que cuenta con  observadores internacionales, quienes también han destacado la transparencia del proceso.