Una extensa nube de polvo opacó ayer el cielo de la ciudad. El fenómeno fue más visible en los barrios del noroccidente, lo que preocupó a los moradores, ya que confundieron el polvo disperso en el ambiente con ceniza de los volcanes Tungurahua o Reventador.
El Instituto Geofísico y el ECU-911 descartaron que se tratara de ceniza volcánica y explicaron que las nubes se forman debido a los vientos de verano.