Ayer los vehículos que circulaban  por las calles República de El Salvador y Suiza, al norte de Quito, a la altura del edificio en donde funciona el Ministerio del Trabajo, paraban por varios minutos porque había una manifestación. Eran exempleados del extinto diario Hoy.

Hombres y mujeres, con silbatos, coplas y carteles exigían el pago de sus jubilaciones y liquidaciones, ya que  han pasado casi 7 meses desde que Edimpres S.A. (empresa editora de diario Hoy) cerró por la  pérdida de más del 50% de su capital social (quiebra) y dejó en la desocupación a 153 trabajadores.    

Luis López, quien trabajó como conductor, tiene más de 40 años aportando al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), pero no puede jubilarse porque su último expatrono (Jaime Mantilla) debe 3 meses de aportaciones.  

“La mayoría de compañeros no tenemos trabajo, tenemos deudas y un hogar que mantener. Por eso hemos venido hoy a exigir que se agilite el proceso de liquidación”, dijo Christian Ramos, quien fue parte del área administrativa por 12 años.

Mario Ramírez, quien laboró 23 años como fotoperiodista, destacó  que sus reclamos “son un derecho por haber entregado nuestro trabajo y nuestra vida, no estamos pidiendo migajas. Tengo una hija que está en la universidad y no sé si va a poder seguir estudiando, tengo que asegurarme de que así sea y necesito mi liquidación”.    

En lo que respecta a las declaraciones del secretario general del Comité de empresa (CetraHOY), Luis Yucsi, de que las personas que realizaban ayer la protesta serían “otro grupo” y no la dirigencia, Ramírez negó que exista división y dijo que el plantón es para que el Ministerio del Trabajo no se olvide de ellos. “Seguimos siendo representados por el Comité de Empresa, somos un solo grupo, no vamos a reunirnos con ninguna autoridad, solo que unos pocos estamos más interesados en lo que respecta a la jubilación patronal”, añadió Ramírez.

El diseñador gráfico Jaime Paredes, quien ingresó a trabajar a Hoy el 1 de julio de 1982, dijo que se arrepiente de haber confiado en la palabra del empresario. “Siempre nos engañó con malos sueldos y maltrato. Ahora no tenemos la seguridad de cobrar las jubilaciones ni en 2 años porque, según lo dicho por la liquidadora, aunque se venda todo no será suficiente. Por eso nos hemos abierto, no para dividirnos sino para fortalecer los reclamos”.

Para el 10 de marzo está prevista la subasta pública “al martillo” de los vehículos de Edimpres.