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La OEA acoge cambios de su sistema de DD.HH.
Antonio Martínez
La OEA acogió en Bolivia el informe de reformas del sistema interamericano de derechos humanos que piden Ecuador y Venezuela, pero decidió aplazar las decisiones de seis a nueve meses, para discutirlas con las partes involucradas.
Por otra parte, ratificó su apoyo a Argentina en su reclamo de soberanía sobre las Malvinas, le negó el respaldo de nuevo a la demanda boliviana a Chile de una salida al mar, y aprobó una "Carta Social" tan genérica como imprecisa.
Tras horas de debate sobre el sistema de derechos humanos, se aprobó una resolución conciliadora de un grupo de países encabezado por México para "acoger" las reformas, pero encarga al Consejo Permanente que formule propuestas para su aplicación, "en diálogo con todas las partes involucradas".
"En el plazo de seis meses, o a más tardar en el primer trimestre del 2013, dichas propuestas se pondrán a consideración de una asamblea general extraordinaria", explicó el ministro de Exteriores anfitrión, David Choquehuanca.
El informe exige que todos los países americanos se adhieran a los instrumentos del sistema, así como modificar los estatutos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que consulte a los Estados antes de emitir medidas cautelares.
También propone que la CIDH revise sus criterios y procedimientos para la elaboración de informes sobre los países que necesitan mejorar en materia de derechos humanos.
Después de ser aprobada la resolución, el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, criticó a los países contrarios a las reformas que no son suscriptores de la convención interamericana sobre la materia, como Estados Unidos.
"Es como decir te quiero mucho, te quiero mucho, pero no me caso contigo", ironizó Patiño, y añadió que no entiende que haya países que defienden el sistema y no aceptan modificaciones, pero no se adhieren plenamente a esa convención de 1969.
Los representantes de Estados Unidos exigen que las propuestas de reformas de Ecuador, Venezuela, Bolivia y sus aliados de la Alba garanticen la independencia y la autonomía de la OEA y del sistema de derechos humanos.
El secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, dijo en la clausura de la 42 Asamblea del organismo, que "ciertamente" hubo discrepancias, pero que América tiene "un sistema interamericano de derechos humanos sin el cual la OEA no podría ser".