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La izquierda suma seis de once partidos
Si el tablero electoral queda tal como está, un cambio de perspectiva se vislumbra en la disputa política del Ecuador: seis de las once organizaciones que cumplieron con los requisitos para inscribirse se autodefinen de izquierda.
Las cinco restantes, sin ninguna duda, no son de izquierda, se autocalifican de muchos modos, pero en general están más del lado derecho del tablero, no solo por sus convicciones y principios, sino por sus actuaciones y sus dirigentes.
A la luz de la historia es un cambio paradigmático el ocurrido. Hasta hace una década, la izquierda (en general) no sumaba ni tres partidos fuertes, menos lograba representaciones importantes, apenas si rozaba el 5% de la suma de votos.
Eso nos lleva a pensar que si los resultados electorales de febrero próximo son la suma de esta tendencia en el país, hay dos escenarios para la disputa política y de poder: Una coalición de programas a favor de cambios trascendentales para beneficiar a los más pobres y para proponer modelos de vanguardia. Y una oposición permanente desde la derecha para restablecer su matriz de reproducción económica y para afianzar ese conservadurismo social y cultural, a través de todos los medios.
De todos modos, que haya un peso mayor de la izquierda no implica que sea un terreno abonado a favor de una coordinación, diálogo y menos aún acciones conjuntas. En la izquierda, históricamente, hay visiones y definiciones que la dividen regularmente. De hecho, está bien advertir que no se habla de una izquierda sino de las izquierdas para reconocer que hay posturas y hasta contradicciones en ese sector político.
Cierto que seis es apenas uno más que cinco, pero el electorado del Ecuador ha sido siempre muy pragmático: en la medida que le ofrecen y garantizan soluciones a los problemas inmediatos apuesta por quien abandere esa propuesta.
Lo que no hay que desconocer tampoco es que la politización del país es otra, un poco más ajustada a la búsqueda de bienestar general que no siempre va a salir de sectores de la izquierda o de la derecha que reivindican soluciones y paradigmas para otras eras, épocas y naciones. Aquí se ha forjado un país con ansia de justicia, equidad, respeto, soberanía, calidad de vida y buen vivir pleno y realizable.