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El Telégrafo
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“La cooperación ahora tiene mirada soberana”

“La cooperación ahora tiene mirada soberana”
12 de marzo de 2012 - 00:00

La Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (Seteci), bajo la dirección de Gabriela Rosero, inició a mediados de febrero la renegociación de los acuerdos de cooperación con los Estados Unidos, en un marco de soberanía y transparencia. En un breve diálogo, la funcionaria explica los cambios cualitativos que se buscan en un nuevo acuerdo y los temas prioritarios.  

¿Antes del 2007 cómo se concebía esa cooperación?

Antes la cooperación llegaba desde el interés o punto de vista del cooperante, pero a partir del 2007 se recuperó la rectoría del Estado en políticas públicas y cambió la visión de desarrollo.

¿Cuál fue ese cambio?

Se aclaró que los recursos que llegan a través de la cooperación son adicionales a los esfuerzos realizados por el Gobierno, los ministerios o gobiernos locales. Esa diferencia se reflejó en una cooperación solidaria, en la que se trata de apoyarnos entre socios, que quieren trabajar conjuntamente como socios, una condición diferente que permite establecer los intereses de cada parte.

¿A qué se llamaba cooperación antes del 2007, cuando el Ecuador estaba acostumbrado solo a recibir ayuda humanitaria?

Ahí se aplicaba una visión neoliberalista. Se recibían recursos como dádivas o productos que los cooperantes ya no utilizaban. Pero no era un apoyo absolutamente ingenuo, porque ciertos países u organismos internacionales veían en la cooperación una oportunidad de estar presentes en países de su interés, incluso geopolítico.

Antes del 2007 la cooperación estaba generalizada: en materia de Defensa, policial, contra el narcotráfico, etc. Hoy se distingue la cooperación para el desarrollo de aquella otra que se involucra en materia de seguridad. Dividimos incluso los términos, porque no se trata de politizar el apoyo sino de una cooperación para el desarrollo.

Antes la cooperación llegaba como infraestructura, en salud, con la dotación de insumos para una escuelita o centro deportivo, pero con el actual Gobierno las directrices en salud y educación son claras: se cubren con inversión pública.

¿La integración regional es parte de esa cooperación?

Desde que la Secretaría pasó a ser parte de la Cancillería nos planteamos dar un salto cualitativo para vernos no solamente  como un país que pide recursos o apoyo, sino que también tenemos las capacidades necesarias para trasladar nuestra experiencia a otras naciones. Eso era necesario repotenciarlo desde la política exterior, con una mirada de soberanía integral y con aspiraciones integracionistas, mirarnos en la  Unasur, en la ALBA...

El presidente Rafael Correa ha señalado que existieron ciertos servilismos por  parte de altos oficiales ecuatorianos hacia el Gobierno de los Estados Unidos, fundamentados en acuerdos de cooperación en materia de Defensa, y que hasta hoy estarían respondiendo a esos intereses. ¿Esa política ha cambiado?

Antes se entendía a la cooperación en un escenario muy amplio, en materia de drogas o para proyectos de desarrollo.

¿Y quién regulaba eso?

Anteriormente las negociaciones con Estados Unidos en materia de narcotráfico y seguridad le correspondían al Ministerio de Defensa. Pero no podemos ser ingenuos y decir que son simplemente  recursos externos. Para países como Estados Unidos es una política exterior y de presencia en otras naciones, y eso ha ocurrido en el Ecuador también. Aquí continúa la cooperación en frontera norte, pero hemos tratado de alinear ese apoyo integralmente: seguridad y proyectos para el desarrollo.

Ahora los convenios de cooperación reconocen que la rectoría en política pública la tienen los ministerios y las instituciones. Anteriormente las ONG lideraban temas como salud y educación, incluso proponiendo políticas públicas, pero una cosa es trabajar, ser propositivo o generar capacidades, y otra es actuar de la mano con el rector de la política pública, lo que significa un quiebre importante.

Ahora que arranca un nuevo proceso de negociación con los Estados Unidos, ¿qué significa soberanía para esta Secretaría?

Lo mismo que significa para el Gobierno. Somos un país soberano, que en relaciones internacionales decidimos con quién nos aliamos y con quién no. Estados Unidos es un cooperante importante, que años atrás ocupaba el primer lugar para el Ecuador, pero actualmente está en el quinto puesto, después de la Unión Europea, con países como Italia y España.

Ahora estamos al frente de las negociaciones con Estados Unidos, pero no son los únicos cooperantes, el año pasado se discutió con España y ahora también con Alemania.

¿Bajo qué condiciones se negociará con Estados Unidos?

La intención es poner reglas de juego claras, como lo ha dicho el presidente Correa, y actualizar los convenios existentes. El marco para las relaciones de cooperación que tenemos ahora datan de 1962 y muchas cosas han cambiado desde aquella época, desde la visión política hasta lo que entendemos como cooperación entre ambos países.

¿Cuáles son los aspectos que se priorizarán en la negociación?

En primer lugar está el transparentar el tipo de cooperación que recibe el Gobierno. Una es la cooperación que se maneja a través de las instituciones públicas y otra la que llega para apoyar a fundaciones, o la que llega a través de empresas extranjeras. Lo que nos interesa es saber cuánto llega al país, porque nada de eso se registra a través de nuestros sistemas nacionales.

¿Eso ocurre con todos los países?

No, solo con Estados Unidos. Con los otros países hemos avanzado, por ejemplo, con la Unión Europea todo está registrado, incluso por un tema de contratación pública, porque nos interesa que en la compra de bienes y servicios estén presentes proveedores ecuatorianos. Y como parte de ese salto cualitativo de las negociaciones con Estados Unidos queremos que  esa cooperación llegue a los ecuatorianos que quieran  estudiar en sus universidades, ahora que hay un programa de becas impulsado por la Senecyt. Esa es  la cooperación que nos interesa. 

Los temas de seguridad no se topan en esta negociación, eso está a cargo del Ministerio Coordinador de Seguridad Interna y Externa, en otro espacio. Como Secretaría solo miramos los acuerdos con Usaid y otros sectores vinculados a la cooperación tradicional.

¿El cierre de la oficina comercial de los Estados Unidos en Ecuador, influirá en esta negociación?

Es un tema diferente, que, según conozco, obedece a razones presupuestarias. Pero toda relación bilateral pasa también por el tema comercial y político, algo que miramos con preocupación desde la Secretaría, porque en las negociaciones comerciales estará presente el tema de cooperación y viceversa.

Como Ministerio de Relaciones Exteriores estamos buscando que la cooperación y el sector comercial se complementen, con el fin de promover varios productos que aquí se desarrollan con apoyo extranjero.

¿Cuánto tiempo tomarán las negociaciones con EE.UU.?

Alrededor de seis meses porque vamos a modificar dos convenios (de 1962 y 2007), y paralelamente a eso evaluaremos la cooperación norteamericana en el país.

¿Cuál es su meta en ese proceso?

Dar un salto cualitativo, transparentar esa cooperación, priorizar los sistemas nacionales y que fomenten áreas importantes para ambas naciones: ambiente, tecnología, desarrollo productivo, entre otros.

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