a Junta Directiva del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) abordará mañana en Cuenca, capital de la provincia ecuatoriana de Azuay, la situación en Paraguay derivada de la destitución del presidente Fernando Lugo.

Daysi Turnet, secretaria de Comisiones del Parlatino, dijo que, sin embargo, los representantes asistentes no podrán decidir el viernes la expulsión de ese país suramericano de este órgano.

De acuerdo con la legisladora por el Frente Amplio uruguayo, los estatutos no permiten que se adopte en este marco esa sanción al actual gobierno de Paraguay, sino que eso le correspondería a la Asamblea general de este organismo.

"Es un tema que supera la Junta, ya que corresponde a la Asamblea", precisó. Apuntó que para la suspensión de la representación de un país del Parlatino tiene que presentarse la moción de al menos cinco parlamentos nacionales en la Asamblea, y ésta tomar una resolución al respecto.

La parlamentaria expuso que la Junta Directiva podrá conocer posturas de los países representados, pero no decidirá al respecto, sino hasta noviembre, en Panamá, cuando está prevista la reunión plenaria del órgano legislativo.

Respecto al caso de Paraguay argumentó que, a título personal, considera que fue una actitud ilegítima del Senado de excluir a Lugo de la Presidencia, en un acto sumarísimo sin posibilidad de defensa.

"No compartimos en absoluto la posición de ese parlamento y más allá de que la Constitución de la República contemple ese mecanismo, en realidad fue una puesta en escena, porque no se dio ningún proceso posible de defensa de Lugo, quien con toda humildad aceptó la resolución del Congreso", aseveró.

En su opinión, este hecho fue ilegítimo por lo cual considera que le cabría una sanción a Paraguay en el seno del Parlatino, la que considere la Asamblea, hasta tanto cumpla con la restitución de la normalidad y de la institución democrática, tal cual lo plantean los estatutos.

En junio pasado, el presidente del Parlatino, Elías Castillo, expresó su preocupación respecto a la situación paraguaya y la comparó con el derrocamiento del gobernante hondureño Manuel Zelaya, en 2009.

Castillo resaltó la preocupación regional por lo sucedido en Paraguay y anotó que en Honduras ocurrió algo parecido, ante lo cual el Parlatino suspendió al parlamento hondureño.

Apuntó que no plantea que sea el mismo caso, pero el es preciso mantenerse vigilante sobre la consolidación de la democracia en la región y examinar la situación paraguaya con objetividad y rigurosidad.