Luego de que la Policía y el Ejército desalojaran la noche del miércoles a quienes se habían asentado en terrenos que han generado disputa entre indígenas shuar y colonos de Shaime, en Morona Santiago, el presidente Rafael Correa, hizo un llamado al diálogo con las partes para analizar el conflicto.

“Por el diálogo todo, por la fuerza nada”, reiteró el Jefe de Estado durante su habitual informe semanal de labores que se realizó en la localidad de Tabacundo.

Correa manifestó que analizará “seriamente” el conflicto suscitado en esta zona para ver con las partes (shuar y colonos) quiénes tienen la razón en cuanto a la propiedad de las tierras y que el Estado indemnizará por las tierras a quienes deban abandonarlas, pero para esto las partes deben sentarse a conversar.

“El Gobierno apoyará a quienes tengan la razón”, recalcó el Mandatario.

En menos de un mes, en la zona de conflicto, el saldo es de 24 casas destruidas (20 de invasores y cuatro de colonos), un joven de 24 años muerto (Carlos Noboa) y varias tiendas de víveres amenazadas por líderes shuar con ser incendiadas para provocar desabastecimiento en la zona. Tampoco descartan impedir el ingreso del transporte público para obligar a los colonos a abandonar sus tierras, pese a que tienen títulos de propiedad otorgados en 1991 por el ex IERAC.

El miércoles más de 600 policías y 160 miembros del Ejército participaron en el operativo de desalojo en Shaime, a 6 kilómetros de Puerto Morona. Marco Rivadeneira, intendente de Policía de la provincia, dijo que el operativo se cumplió por orden de Wilson Solís, director distrital de la Subsecretaría de Tierras y Reforma Agraria, en contra de Juan Vera y los hermanos Rosendo, Darío y Felipe Nurinkias Mashiant, quienes -bajo el argumento de reclamar tierras ancestrales- se posesionaron de las propiedades de los colonos José López y María Supliguicha.

Aclaró además que no se utilizó la violencia, ya que quienes ocupaban esas fincas abandonaron voluntariamente.

Luis Rizo, titular de la Asociación de Agricultores de Puerto Morona, denunció ayer que entre las cuatro casas quemadas en la madrugada del martes último, por parte de invasores, constaban la de su hermano Vicente y la del colono Fernando Valencia, quienes perdieron enseres de hogar, mercadería y productos de primera necesidad que tenían en las viviendas. Además, a las 20:00 del miércoles fue baleada -en Shaime- la casa de la colona Damia Pillacela.