Al analizar el tema de la opinión pública el poeta y filósofo Iván Carvajal no escatima frontalidad para expresar públicamente lo que piensa: “Apareció un comunicado que es estúpido y que lo firmé por circunstancias especiales, que evidencia un atraso en la comprensión de los procesos”.

Y a continuación también explora el tema de la opinión pública en esta coyuntura: “Del otro lado también la defensa de la libertad de expresión, de la libertad de opinión de los medios es muy limitada, es decir no existe una problematización de lo que es el espacio público, el problema de la opinión”.

Lo dice en la sección Diálogo sobre la Coyuntura, de la revista Debate, número 85. Se trata de una publicación cuatrianual, de reconocida trayectoria y donde algunos intelectuales reflexionan sobre diversos temas del acontecer nacional. Y en esta ocasión, la revista en esa parte aborda el tema Protesta social y reactivación de la oposición política.

En el diálogo participan los intelectuales, aparte de Carvajal, Hernán Ibarra, Pablo Andrade y José Sánchez Parga. Y todos ellos enfocan concretamente el rol de los medios de comunicación en esta etapa y la movilización y marcha indígena de marzo de este año.

En el primer caso hay de todo: desde las críticas de Pablo Andrade a los medios públicos, que parece no los lee ni los ve, porque solo los califica de maquinaria de propaganda sin otro argumento que su puro prejuicio, hasta los señalamientos muy certeros del mismo Carvajal y de Ibarra de cómo los periódicos privados pasaron a ser actores políticos.

De igual modo analizan la reactivación de la Conaie como un movimiento social que incide en la política y agenda nacional. Y cómo esa marcha de marzo fue “potenciada” por los medios de comunicación: “se produce un encuentro con los medios de comunicación durante el transcurso de la marcha, es decir la coalición temporal de oposición social, incluye a los medios de comunicación...”.

Lo sorpresivo de todo es la declaración de Carvajal sobre el comunicado firmado por varios intelectuales el 25 de febrero y publicado en el diario El País.

El “Manifiesto por la libertad de expresión en Ecuador: Hablar, escribir, criticar” fue firmado por unos 100 escritores, donde puntualmente se cuestionaban las sentencias al diario El Universo y a los autores del libro El gran hermano.

“La intimidación política y el manejo impropio del proceso judicial han permitido este despropósito jurídico y la desmesura en la indemnización solicitada. Son señales evidentes de un abuso de poder dirigido no sólo a subsanar un supuesto daño moral y a obtener un rápido enriquecimiento personal, sino a intimidar a todos los escritores y periodistas, así como a las editoriales y medios de prensa, que realizan una labor crítica y de libre expresión del pensamiento”, decía el escrito.

Ahora, transcurridos tres meses de esa publicación, Carvajal reconoce la “estupidez” y al mismo tiempo la autocrítica de que ahí no hubo “comprensión de los procesos”. 

De hecho, en su declaración el filósofo y poeta dice: “Nos encontramos con la emergencia de nuevos problemas que son de trascendencia estratégica, pero frente a los cuales la derecha responde de manera absolutamente convencional”.

Asimismo cuestiona a la izquierda: “Por el otro lado tenemos una izquierda en la que curiosamente afloran nuevos problemas, pero que  ideológicamente está 40 años atrás y me refiero  no solamente a Alejandro Moreano que parece que está 80 años atrás sino a estos sectores que aparecieron en la revolución ciudadana”.

A la vez considera que “el grado de conciencia social sobre los problemas asociados a la minería a gran escala, al problema del agua y los aspectos ecológicos esté suficientemente maduro en el Ecuador”.