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El arbitraje indicó que el juicio de nueva york no es distinto al de ecuador
Fajardo: “A Chevron se le derrumba la estrategia”
El jueves pasado el Tribunal Arbitral de La Haya emitió un laudo interino en el que admite que en la demanda contra la transnacional Chevron se deben reconocer derechos individuales de los ecuatorianos afectados por la explotación petrolera (de 1962 a 1990).
El laudo del Tribunal, que no tiene efecto inmediato ni definitivo, tuvo votación dividida: 2-1.
James Craig, vocero de la transnacional, dijo a la prensa internacional que la Corte Federal de Nueva York, liderada por el juez Lewis Kaplan, “dictaminó que la sentencia ecuatoriana contra Chevron fue producto de fraude, corrupción y cohecho. La decisión provisional dictada por el Tribunal (de La Haya) no cambia este hecho”.
Agregó que tal decisión “simplemente no concuerda con la pregunta sobre si Ecuador, al dictar esa sentencia (que le obliga a pagar $ 9.500 millones por el daño ambiental), violó sus compromisos contractuales con Texaco”.
Chevron presentará sus argumentos a medida que el arbitraje avance. “La empresa continuará tomando las acciones necesarias para establecer la responsabilidad del Gobierno de Ecuador por el papel que ha jugado en la promoción de este caso”, dijo.
El próximo 20 de abril habrá una nueva audiencia en este proceso, pues queda pendiente por parte del Tribunal resolver si Ecuador violó o no los Acuerdos de Liberación.
La decisión del Tribunal se produce luego de que, en septiembre de 2013, un laudo del mismo Tribunal de La Haya resolvió que “los Acuerdos de Liberación impedían la presentación de una demanda relativa a derechos difusos por parte de terceros, pues su ejercicio le correspondía exclusivamente al Estado”.
El procurador general del Estado, Diego García, tras conocer el laudo del pasado jueves destacó: “Significa un paso importante en la dirección correcta y reivindica la posición adoptada por la defensa del Estado en cuanto a que las cortes ecuatorianas constituyen el foro adecuado para conocer y resolver los reclamos de los demandantes indígenas en torno a la responsabilidad de Chevron por la contaminación generada como consecuencia de su operación en la región amazónica”.
García aclaró que la defensa del Estado se reserva todos sus derechos con respecto a las decisiones del Tribunal, particularmente por haber actuado sin competencia, aplicando un Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) que entró en vigencia mucho tiempo después de que Chevron se fue del país.
Para Pablo Fajardo, procurador común de los 30 mil indígenas y colonos de Orellana y Sucumbíos afectados por la contaminación dejada por la transnacional, el laudo emitido por el Tribunal de La Haya es un triunfo contundente del Estado ecuatoriano contra Chevron.
“El laudo de arbitraje para mí es sorpresivo porque entiendo que los árbitros siempre han estado y seguramente van a estar al servicio de Chevron, pero creo que la decisión del Tribunal del 12 de marzo es porque ya era insostenible, no podían decir lo contrario”, añadió.
El laudo arbitral resuelve 3 cosas importantes contra Chevron.
Primero: que el daño causado y que fue objeto del juicio de los afectados ante la justicia ecuatoriana (de los particulares o afectados), es a las personas, que afecta a la vida humana y al ecosistema, a la propiedad privada de los demandantes.
La teoría de Chevron es decir que el daño era colectivo y que eso era parte del contrato de remediación ambiental de 1995 y de 1998. Los árbitros no le dieron la razón y resolvieron que es un daño que también afecta a la propiedad privada y, por lo tanto, hay derecho de los demandantes (particulares-afectados) a seguir con el juicio.
Segundo: Chevron pretendió convencer a los árbitros de que el contrato del Estado de 1995 y luego la ratificación del acta de 1998 (de que hicieron una supuesta remediación ambiental) prohibía o limitaba a los demandantes ecuatorianos o a terceros a seguir acciones legales en contra de Chevron. Los árbitros rechazaron también aquello porque entendieron que ningún Estado, por mucha autoridad que tenga, puede negociar con derechos de terceros.
Tercero: la teoría de Chevron era demostrar que el juicio de Ecuador era distinto al de Nueva York. Buscaban convencer a los árbitros de La Haya de que cuando el juicio vino a Ecuador era otro, y que por lo tanto no había el derecho de los demandantes a plantear ese juicio y que no haya jurisdicción en Ecuador. El Tribunal resolvió que es el mismo juicio y que la petrolera no tiene razón en su argumento.
“Chevron no tiene capacidad de reacción porque se les está derrumbando toda la estrategia, se le cae el juicio en pedazos”, indicó Fajardo.