El cineasta ecuatoriano y director de la película Mejor no hablar de ciertas cosas, Javier Andrade, cree que si se analiza el cine nacional como una industria es primordial proteger la propiedad intelectual para que los productos nacionales se vendan de forma legal y los autores obtengan una remuneración por su trabajo.

Considera que la piratería también tiene aspectos positivos: “Existen beneficios en esta práctica como el acceso cultural para la clase media y baja, es una oferta cultural interesante. No digo que esté bien en su totalidad, pero a través del cine ilegal hay una democratización de la cultura (...) En las salas de cine hay una hegemonía norteamericana absoluta, es una oferta pobre y ahí es cuando la piratería juega un rol”, expresó Andrade.

Igualmente, para Andrade la piratería viene a ser alternativa real para los cineastas del país: ”Ha sido una manera de adaptarnos a las condiciones reales del mercado porque no hay más. Estaría a favor de una ley que inteligentemente me dé una alternativa, no con prohibiciones sino con un plan”, dijo Andrade.