Publicidad
En la frontera esperan la homologación de títulos
El anuncio del presidente Rafael Correa durante el I Gabinete Binacional Ecuador-Colombia, realizado este mes, para discutir el apoyo oficial a la integración educativa ha despertado interés.
La interrelación se ejecuta en la práctica desde hace tiempo, pero sus actores ven positivamente cualquier acción oficial que la fortalezca.
Yuly Erazo y Maribel Benavides, por ejemplo, son dos estudiantes colombianas que cursan el sexto semestre de Enfermería en la Universidad Politécnica Estatal del Carchi (UPEC).
Afirman que optaron por esa carrera porque les abre un mercado laboral que va desde hospitales, geriátricos, consultorios particulares y otros sitios dedicados al cuidado de la salud.
Aparte de ello, la gratuidad de la educación que ofrece Ecuador fue uno de los atractivos para elegir el centro de educación carchense. En el país vecino, estudiar en una universidad cuesta bastante.
A ello se suma que desde hace mucho tiempo, para ingresar se debía rendir una prueba del Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES), algo similar a lo que se aplica recién desde el año pasado en Ecuador con el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA).
No obstante, para Maribel el factor más importante fue la distancia. Si se quedaba en Colombia a estudiar debía trasladarse a Pasto, ciudad a dos horas de distancia desde su natal Ipiales; por ello optó por la UPEC, ya que llegar allí le toma tan solo 15 minutos.
Para ambas, la educación ecuatoriana es la misma que la colombiana, pero más accesible.
Casos similares ocurren del otro lado de la frontera, aunque en menor grado. Ese es el caso de Lin Rosero, un tulcaneño que se graduó hace cinco años como tecnólogo investigador en el Instituto Colombiano de Criminalística ubicado en Ipiales (Nariño).
Y a pesar de que por los costos de la educación superior colombiana invirtió alrededor de $8 mil en su formación, considera que el gasto es el menor de sus problemas.
Para él, la dificultad principal radica en que el título que obtuvo no es reconocido en Ecuador.
Narra que en tres ocasiones ha visitado la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senecyt) para tramitar la homologación sin recibir una respuesta favorable.
“La traba del Senecyt es que no reconoce a los institutos”, afirma.
No obstante, señala que a pesar de todo no pierde la esperanza de que sus esfuerzos por estudiar una carrera que en Ecuador no existe sean reconocidos.
En la práctica, policías y abogados le han solicitado asesoría en interpretación de varios casos.
Para los tres jóvenes genera optimismo la noticia de que los gobiernos de Ecuador y Colombia firmaron un memorando de entendimiento que buscará que los títulos, estudios y grados académicos sean reconocidos y avalados en ambos lados de la frontera.
Maribel Benavides lo considera un paso beneficioso para que a futuro no sea necesario la realización de trámites de homologación y, en su caso, pueda regresar y ejercer directamente su profesión en Colombia.
Al respecto, Hugo Ruiz, rector de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi (UPEC), espera que a través del proyecto entregado a los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia, y Rafael Correa, de Ecuador, se viabilice el proyecto de universidad binacional de frontera.
Esto no es más que el pedido para que se dicte una resolución mediante la cual se homologuen los títulos y sean avalados tanto en Colombia como en Ecuador.
En ese centro universitario se educan 120 alumnos provenientes de Colombia, un 20% de los cuales está inscrito en la carrera de Enfermería y los demás se reparten entre Turismo, Desarrollo Integral Agropecuario, Comercio Exterior y Administración de Empresas.
Por su lado, el secretario jurídico de la UPEC, Richard Mora, indicó que en la actualidad se mantienen convenios interinstitucionales con entidades de Colombia tales como la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), Universidad de Nariño, Universidad Cooperativa de Colombia y la Red de Universidades Latinoamericanas (UREL) capitulo Nariño, integrada por más de 15 planteles.
Según Mora, eso permitirá que en la práctica haya movilidad docente y estudiantil en casos de seminarios o conferencias.
Además, se desarrollan propuestas conjuntas de investigación y encuentros de tipo académico.
En ese centro educativo, los colombianos refugiados no tienen problemas de acceso, así como tampoco quienes están regularizados.