La creciente del río Blanco dejó sin agua potable a la ciudad de Quinindé (Esmeraldas), por la remoción de una barcaza que contenía cinco bombas de captación y por la turbulencia quedaron dañadas.

El alcalde Manuel Casanova, dispuso un plan emergente para abastacer de agua a la población mientras dure la emergencia. No precisó los días que se requieran para reparar los cinco equipos y la reubicación de la barcaza móvil a un sitio seguro.

Por el momento se dispuso la distribución de agua con carros abastecedores, manifestó Luis Allauca, director municipal del sistema de agua potable.

También el acueducto de la empresa de agua potable San Mateo, sufrió una nueva rotura la tarde de hoy que dejó sin agua potable a una gran parte de habitantes de los barrios del sur y el cantón Atacames.

La rotura en una profundidad de dos metros se produjo en el barrio Treinta de Mayo y a una cuadra del daño de hace una semana. La explosión de agua ingresó a las viviendas cercanas afectando enceres y electrodomésticos, dijeron varios afectados.

El gerente de la empresa San Mataeo (Eapasa), Miguel Salvatierra, espera resolver este inconveniente con el nuevo acueducto que tendría un costo de 2 000.000 de dólares. Esta obra se ejecutaría a corto plazo una vez que EP Petroecuador, entregó los estudios de ampliación del sistema regional de agua potable para Esmeraldas, Atacames y Río Verde.

En los sectores urbano marginal se abastecen de agua lluvia que suple en algo este servicio básico. De su lado los habitantes de la lotización huertos familiares Buenos Aires, de Santo Domingo de los Colorados, reclaman el agua potable a la junta administradora de la cooperativa de vivienda Montoneros de Alfaro.

Desde hace ocho días no reciben este servicio por la rotura de la tubería en la avenida Edilberto Maldonado, por hundimiento debido a las lluvias, manifestó el dirigente Manuel Paredes. Los más afectados son los propetarios de criaderos de cuyes y aves de corral, manifestó.