Publicidad
El plenario actual no dista mucho del de las etapas bochornosas
Desde el inicio del proceso denominado por el oficialismo como la “Revolución Ciudadana”, el país no ha estado exento de momentos bochornosos en la Función Legislativa; sin embargo, el alto grado de controversia de una serie de proyectos de ley impulsados desde Carondelet ha sido un acelerante para las grescas en el Parlamento.
Solo en los últimos seis meses se han registrado más de una docena de incidentes que, hasta la semana anterior, no habían pasado a mayores.
Y el inventario de sesiones sin agresiones físicas culminó cuando los asambleístas Línder Altafuya (PRE) y Bethoven Chica (PAIS) llegaron a los puños luego de un reclamo que le hiciera el oficialista al roldosista por haber injuriado a su esposa.
En esta semana Jorge Escala (MPD) generó incidentes en una audiencia a la que asistió la ministra de Educación, Gloria Vidal, para defender su gestión ante el intento de juicio político que se busca entablar en su contra. En esa diligencia, el legislador calificó de “vaga, incompetente y mediocre” a la subsecretaria nacional de Educación, Mónica Franco. Este hecho provocó la irritación de los funcionarios estatales presentes y la censura de la presidenta de la mesa de Fiscalización, Silvia Salgado.
El 16 de noviembre, en el debate de la Ley de Comunicación, Orlando Pérez, subdirector de Diario El Telégrafo, fue interrumpido por los gritos de los asambleístas de la oposición, que reclamaban la presencia de la prensa privada y proferían gritos ofensivos contra los medios públicos y el presidente Rafael Correa.
Nivea Vélez (IND) se acercó a Pérez para ofenderlo de palabra, reclamando el derecho a la réplica por una publicación del diario, que denunció el despido que la asambleísta hizo de una empleada doméstica menor de edad.
Pero no es Vélez de las primeras mujeres que han optado por asumir el rol de violentas. Hace pocos meses, Cinthya Viteri (PSC) invitó a irse a los puños a la oficialista Paola Pabón. Con movimientos de sus brazos la socialcristiana inquiría a Pabón para que llegara hasta su curul.
Varios recuerdos a la madre de la asambleísta de PAIS también salieron de la boca de Viteri, mientras coidearios suyos intentaban controlarla. La justificación del hecho fue una supuesta injuria a la madre de Viteri.