Un sonido que retumbó en las paredes es lo único que recuerda Aída Mesías (70 años), quien sufre de discapacidad visual.        

La mujer llegó a las 07:00 al Hospital de la Policía para recibir su sesión de hemodiálisis, que se realiza desde hace 4 años por un problema de insuficiencia renal.

Su sesión debía terminar a las 11:00. No obstante, alrededor de las 09:30 escuchó un fuerte estruendo y varios gritos de angustia por parte de algunas enfermeras.

Sin saber qué pasaba, la mujer gritó desesperada. “Quiero que me desconecten, no me importa la sesión, quiero salir de aquí”.

Segundos después, doña Aída escuchó a uno de los jefes de la Unidad dar la orden de desconectar los equipos y evacuar el lugar. “Salimos en pijama. No tuvimos tiempo ni de cambiarnos de ropa”, recordó.

Ella fue una de las personas que sufrió un fuerte susto, tras la explosión registrada en la Unidad de Imágenes del Hospital, ubicado al norte de la capital.

Alfredo Proaño, director administrativo del nosocomio, explicó el hecho. Dijo que a las 09:35, Washington D., empleado civil que cumple labores de técnico, acudió a dar mantenimiento a un equipo de resonancia magnética que se encontraba con un desperfecto.

Durante el chequeo, el aparato succionó su brazo izquierdo. Proaño indicó que la máquina cuenta con enormes imanes por lo que, posiblemente, el técnico al introducir la extremidad para verificar el daño pudo haber portado algún metal, lo que posiblemente causó la absorción.          

Inmediatamente se tuvo que desconectar el ducto del gas helio donde funciona el equipo y eso produjo la explosión, explicó el galeno.

Tras el incidente, personal de la casa de salud ordenó la evacuación del lugar, tanto de los empleados como de los pacientes.

En algunos casos, los internos fueron trasladados con el apoyo de médicos y, en otros, movilizados en sillas de ruedas. Tal y como fue el caso de Martha J. (80 años), interna en la Unidad de Cardiología.

Su hija Fernanda F. recordó que la gente corría por los pasillos. “Lo único que hice es decirle a mi mami que no pasaba nada porque ella  sufre del corazón y no puede tener sustos”, contó.  

Los empleados tampoco supieron qué ocurrió. Piedad Cando, auxiliar de Nutrición, comentó que ella y sus 11 compañeros de la Unidad se preocuparon por apagar las cocinas, antes de salir a la calle.

“Era una mañana tranquila. Estábamos preparando el menú. De repente escuchamos un estallido. Y salimos apenas nos indicaron. El susto todavía no se me pasa”, comentó la empleada.

Alrededor de las 11:30 el personal y los pacientes regresaron a las instalaciones del hospital. Según el general Ramiro Mantilla, comandante del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), en este hecho no se produjeron daños materiales. Además, los agentes técnicos de explosivos iniciaron indagaciones para esclarecer y fundamentar el hecho.

El empleado Washington D. se encuentra en condición estable. Sin embargo fue sometido a observación. El brazo izquierdo que quedó atrapado en el resonador se encontraba con moretones en la zona del antebrazo y el codo. Además tiene pequeñas ampollas a causa de la presión de la máquina.

Aunque el helio es un elemento ligero y no se trata de un compuesto inflamable, el herido no absorbió mucha cantidad de gas.

Francisco Robayo, gerente general del ECU-911 de Quito, informó que la emergencia se atendió inmediatamente con el apoyo de una unidad del Cuerpo de Bomberos.  “Se analizó el área de incidencia, pero no fue de mayor gravedad”, reiteró el funcionario.    

Cerca del mediodía doña Aída seguía en el hospital. A pesar de que le sirvieron una agua aromática para calmar el susto, no quiso entrar de nuevo. Se quedó al frente de Consulta Externa esperando a su hijo Byron Alegría. “Solo quiero regresar a mi casa”, manifestó.

Datos

El helio (símbolo: He) es un elemento químico gaseoso. Es uno de los gases nobles del grupo O de la tabla periódica. Es el segundo más ligero.

Se trata de un gas incoloro, inodoro e insípido. Tiene menor solubilidad en agua que cualquier otro. Es el elemento menos reactivo y esencialmente no forma compuestos químicos.       

En caso de que una persona se exponga a este gas por cortos instantes no representa peligro. Pero es muy común que la voz se haga alta y aguda, en caso de que sea inhalado. También produce mareos.

La sobreexposición  a este componente natural o la inhalación en fuertes cantidades puede provocar asfixia, ya que este gas  tiene la facultad de disminuir el contenido de oxígeno en el aire, especialmente en los lugares cerrados.